Cientos de fieles se congregaron en la Basílica Santa Teresa para honrar al Nazareno de San Pablo, entre promesas, plegarias y encuentros.
Desde las primeras horas del día, la Basílica Santa Teresa en Caracas se convierte en el epicentro de una de las manifestaciones de fe más conmovedoras de Venezuela.
Este Miércoles Santo, cientos de devotos del Nazareno de San Pablo han hecho su peregrinación hacia este sagrado recinto y sus alrededores, en un acto de veneración que trasciende lo cotidiano para tocar lo divino.
#Caracas | Devotos del Nazareno de San Pablo cantan el himno del limonero del Señor, en la Basílica Santa Teresa y Santa Ana, durante la primera misa de este miércoles santo. pic.twitter.com/74C4Bv8gwn
— Arquidiócesis de Caracas (@ArquiCaracas) March 27, 2024
La Arquidiócesis de Caracas, a través de su cuenta en X, compartió la esencia de esta jornada: «Devotos del Nazareno presenciaron la primera misa del Miércoles Santo. Algunas personas se acercaron para pagar promesas, otros a pedir favores, y muchos simplemente a encontrarse con la imagen del Nazareno de San Pablo».
Esta cita captura la diversidad de motivaciones que llevan a los fieles a congregarse en torno a la venerada imagen del Cristo Moreno.
La tradición del Nazareno de San Pablo es una de las más arraigadas en el corazón de los venezolanos. Se trata de un encuentro de devoción, donde se mezclan la gratitud, la esperanza y el fervor religioso. Los testimonios de fe se materializan en el pago de promesas, con devotos que, vestidos de morado, recorren de rodillas los pasillos de la basílica, y en las oraciones silenciosas de aquellos que, con lágrimas en los ojos, elevan sus peticiones al cielo.
La Basílica Santa Teresa, joya arquitectónica y espiritual de Caracas, se llena de historias personales que, juntas, tejen un manto de fe inquebrantable.
Este día, la comunidad cristiana no solo busca el encuentro con la sagrada imagen, sino también el reencuentro con sus propias esencias, en un espacio que ofrece consuelo, esperanza y renovación.