El presidente Gustavo Petro pone en jaque las relaciones con Israel ante la falta de un cese al fuego en Gaza, en un enfrentamiento de declaraciones que eleva la tensión internacional.
En un contexto de creciente tensión internacional, el presidente colombiano Gustavo Petro ha lanzado una advertencia que podría reconfigurar el panorama diplomático: la posibilidad de romper relaciones con Israel. Esta declaración surge en respuesta a la continuación de hostilidades en la Franja de Gaza y la aparente desatención a las demandas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por un cese del fuego.
Desde el inicio de las hostilidades con el grupo terrorista Hamás, las relaciones entre Colombia e Israel han estado marcadas por una creciente tensión. Petro, quien no ha vacilado en expresar su crítica al actuar de Israel, comparando sus acciones en Gaza con las perpetradas por la Alemania nazi, enfrenta ahora un escenario de confrontación directa con el Estado israelí.
La respuesta de Israel, lejos de buscar una mediación o apaciguamiento, fue contundente. El ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, a través de una publicación en X (anteriormente conocido como Twitter), calificó de «vergüenza» el apoyo implícito del mandatario colombiano a lo que denominó como «terroristas de Hamás».
Esta afirmación ha sido firmemente rechazada por la Cancillería colombiana, que ha reiterado su llamado al respeto por el Derecho Internacional y ha negado cualquier forma de apoyo al terrorismo.
Las implicaciones de una ruptura diplomática van más allá de los comunicados y las declaraciones públicas. Israel ha sido un aliado clave para Colombia en materia de seguridad, siendo los fusiles Galil un símbolo de esta cooperación militar. La suspensión de la compra de armas a Israel por parte de Colombia, anunciada en febrero, ya había marcado un precedente de las crecientes fricciones entre ambos países.