La decisión de la Corte Suprema de Florida reactiva la prohibición del aborto a las seis semanas, sumergiendo a Estados Unidos en un debate más profundo sobre la libertad reproductiva.
En un giro que intensifica el ya polarizado debate sobre el aborto en Estados Unidos, la Corte Suprema de Florida ha reactivado una ley que limita este derecho a tan solo seis semanas de gestación. Esta decisión, calificada de «indignante» por el presidente Joe Biden, marca un nuevo capítulo en la confrontación entre visiones opuestas sobre la libertad reproductiva y el derecho a elegir.
«Es indignante. Las prohibiciones de Florida –así como las propuestas de funcionarios republicanos electos en todo el país– están poniendo en riesgo la salud y la vida de millones de mujeres», expresó Biden, aludiendo a la ley promovida por el gobernador republicano Ron de Santis. La norma, que estaba en pausa a la espera de un veredicto sobre la restricción del aborto a las quince semanas, se implementará efectivamente en un mes, reduciendo drásticamente el margen para que las mujeres tomen decisiones sobre su cuerpo y su salud.
Esta legislación no solo pone en jaque la autonomía de las mujeres sino que también amenaza con sanciones penales a los médicos que realicen abortos, exacerbando el temor y la incertidumbre entre profesionales y pacientes. «Estas leyes extremas quitan a las mujeres la libertad de tomar sus propias decisiones sobre atención médica y amenazan a los médicos con penas de cárcel», agregó el mandatario estadounidense.
El escenario se complica aún más con la política electoral. La Corte Suprema estatal ha dictaminado que el tema del aborto figure en las papeletas del 5 de noviembre, dejando en manos de los votantes de Florida la decisión de incorporar o no protecciones al aborto en la constitución del estado. En este contexto, la vicepresidenta Kamala Harris ha enfatizado el compromiso de la administración Biden-Harris con el derecho a decidir, incluso mientras recorre el país defendiendo los derechos reproductivos.
Mientras tanto, figuras como el expresidente Donald Trump, que se perfila como futuro candidato republicano, han mostrado un apoyo tibio a restricciones más severas, prometiendo prohibir el aborto después de las 15 semanas con ciertas excepciones. «Si Donald Trump se sale con la suya, destruirá la atención del aborto en todos los estados del país, y tiene planes para hacerlo. El presidente Biden y yo haremos todo lo que esté a nuestro alcance para detenerlo y restaurar la libertad reproductiva de las mujeres», declaró Harris, marcando el tono de lo que promete ser uno de los debates más acalorados en la próxima campaña electoral.
El fallo de la Corte Suprema de Florida no es solo una cuestión de ley; es un reflejo de la profunda división en Estados Unidos sobre un tema que afecta directamente a millones. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el derecho al aborto se posiciona una vez más en el centro del ring político, poniendo a prueba los valores y principios de la sociedad estadounidense.