En medio de desafíos de salud dentro de la familia real, los Príncipes de Gales extienden una rama de olivo a los Duques de Sussex.
En un gesto que podría marcar el comienzo de la cura para una brecha muy publicitada, los Príncipes de Gales, William y Kate, han intentado acercarse a los Duques de Sussex, Harry y Meghan, en un momento en que la familia real enfrenta serios desafíos de salud. Tom Quinn, experto en la realeza, compartió en exclusiva con The Mirror que William y Kate sugirieron a Harry y Meghan traer a sus hijos, Archie y Lilibet, durante su próxima visita al Reino Unido en mayo.
Este acercamiento llega en un momento crítico para la familia real, con la Princesa de Gales enfrentando un tratamiento contra el cáncer y el Rey Carlos III lidiando también con esta enfermedad. La princesa reveló recientemente que se encuentra en las primeras etapas de tratamiento después de ser operada del abdomen en enero, un diagnóstico que siguió a la confirmación del tratamiento contra el cáncer del rey.
A pesar de los esfuerzos por la reconciliación, Meghan Markle se mantiene firme en su decisión de no llevar a sus hijos a Reino Unido, manteniendo la distancia que se ha gestado desde la separación de los Sussex de la familia real en 2020. Archie y Lilibet, que residen con sus padres en California, han tenido un contacto limitado con la familia real, habiéndose reunido durante el Jubileo de Platino de la difunta reina Isabel II, pero sin poder verla antes de su fallecimiento.
Las tensiones entre las dos parejas no son un secreto, con Harry y Meghan expresando su distanciamiento de William y Kate en su documental de Netflix y en la entrevista con Oprah Winfrey. Harry, en sus memorias, detalló una confrontación con William, quien habría insultado a Meghan, evidenciando la complejidad de las relaciones dentro de la familia real.