La combinación de altas temperaturas marinas y el fenómeno de La Niña podría resultar en una temporada de huracanes extremadamente activa, según expertos de la CSU.
En una anticipación que pone en alerta a las comunidades costeras y a los responsables de la gestión de emergencias, la Universidad Estatal de Colorado (CSU) ha lanzado un pronóstico que sugiere una temporada de huracanes en el Atlántico para el 2024 de una actividad sin precedentes. Según este pronóstico, estamos a las puertas de enfrentar 23 tormentas con nombre, de las cuales 11 alcanzarán la categoría de huracán, con vientos superiores a 74 millas por hora, y cinco de estos huracanes serán clasificados como importantes, con vientos que superarán las 111 millas por hora.
Este pronóstico de la CSU marca la predicción más alta de tormentas con nombre jamás emitida por la institución, lo que podría llevar al Centro Nacional de Huracanes (NHC) a agotar la lista de nombres preasignados para el 2024 y, potencialmente, a recurrir a una lista suplementaria por segunda vez desde la temporada de huracanes de 2020.
La gravedad de este pronóstico se basa en la observación de que las temperaturas superficiales del Atlántico están por encima del promedio, una condición que, sumada a la influencia del fenómeno de La Niña, proporciona el caldo de cultivo ideal para la formación y fortalecimiento de huracanes.
Comparativamente, la temporada del 2023, con 20 tormentas con nombre, siete huracanes y tres intensos, ya se consideró como la cuarta más activa desde 1950. Aunque Florida no fue de los estados más afectados, el huracán Idalia, de categoría tres, demostró el potencial destructivo de estos fenómenos naturales, dejando un saldo de al menos cuatro fallecidos y más de 2.5 millones de dólares en daños en la zona de Big Bend.
Frente a esta previsión, la preparación y la resiliencia de las comunidades costeras se vuelven más cruciales que nunca. La experiencia enseña que, aunque los pronósticos ofrecen una guía valiosa para la preparación, la naturaleza impredecible de estas tormentas requiere que las medidas de preparación sean exhaustivas y adaptativas.
Con una temporada promedio que, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), consta de 14 tormentas con nombre, siete huracanes y tres importantes, el pronóstico para 2024 subraya la urgencia de fortalecer las políticas de gestión de emergencias y climáticas.