Con la llegada de la misión de la Unión Europea, Venezuela asegura transparencia y desmiente desinformación en el camino a las elecciones del 28 de julio de 2024.
En un momento clave para la democracia venezolana, el presidente del Poder Electoral, Elvis Amoroso, anunció la llegada de la misión exploratoria de la Unión Europea (UE) a Venezuela, marcando un paso importante hacia la transparencia y la legitimidad de las próximas elecciones presidenciales programadas para el 28 de julio de 2024.
Durante el acto de selección de posiciones en la boleta electoral, Amoroso resaltó la participación de 37 organizaciones políticas y 13 candidatos, prometiendo ofrecer a la Misión de Observación Electoral (MOE) de la UE toda la información necesaria para observar el desarrollo del proceso electoral con total transparencia.
«La Unión Europea es una institución que ha sido desinformada permanentemente. No entiendo por qué dicen tantas mentiras, pero gracias a Dios y al Estado venezolano, nosotros desde acá le vamos a presentar todo este operativo que se ha venido haciendo y quiénes son los candidatos», expresó Amoroso.
Este anuncio surge en un contexto donde las dudas han rodeado los procesos electorales en Venezuela, por lo que la participación de la MOE UE es vista como un paso hacia la restauración de la confianza en el sistema electoral del país.
Carlos Quintero, vicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), compartió cifras que muestran el avance en el cronograma electoral, destacando que un 39,60 % de las actividades ya están en curso o completadas, mientras que aún queda un 60 % por iniciar. Además, mencionó el registro de 1.035.245 movimientos en el Registro Electoral, incluyendo 606.352 reubicaciones y 428.000 nuevos inscritos, lo que subraya el interés y la participación ciudadana en el proceso democrático.
Amoroso hizo un llamado a la Unión Europea y a los periodistas a verificar la información de primera mano y a ser partícipes en el esfuerzo por comunicar la realidad del proceso electoral venezolano, en un intento por contrarrestar la «desinformación» que, según él, ha caracterizado las narrativas en torno a las elecciones.