La ministra del Interior chilena califica de «insulto» las declaraciones venezolanas sobre la organización criminal transnacional.
En una respuesta enérgica a las recientes declaraciones del canciller venezolano Yvan Gil, quien desestimó la existencia del Tren de Aragua como una «ficción mediática», la ministra del Interior chilena, Carolina Tohá, expresó su indignación, calificando estas afirmaciones de «insulto» no solo para el pueblo de Chile sino también para las naciones latinoamericanas afectadas por las actividades criminales de dicha banda.
«Es un insulto, no al Gobierno de Chile sino al pueblo de Chile y a los pueblos de Latinoamérica. Inaceptable», señaló Tohá, evidenciando la frustración y el rechazo hacia la posición venezolana que parece ignorar el dolor y el daño infligido por el Tren de Aragua a comunidades a lo largo de la región. La ministra resaltó cómo diversas naciones, incluyendo Chile, Perú, Ecuador y Colombia, han sido testigos del «flagelo de esta banda criminal», con ciudadanos perdiendo familiares, la paz en sus barrios y sus medios de subsistencia.
Las declaraciones del canciller Gil en Cúcuta buscaban minimizar la percepción del Tren de Aragua como una amenaza, sugiriendo que las acusaciones hacia este grupo son parte de una campaña mediática destinada a estigmatizar a Venezuela. Gil incluso ridiculizó videos en redes sociales donde individuos, supuestamente miembros de la banda, se identifican como tales con acentos no venezolanos.
El Tren de Aragua, sin embargo, es reconocido como una de las organizaciones criminales transnacionales más poderosas originarias de Venezuela, implicada en una amplia gama de delitos que incluyen asesinatos, extorsiones, secuestros, y tráfico de personas.