Entre destellos de genialidad y errores garrafales, Real Madrid y Manchester City dejan la eliminatoria abierta para la vuelta en el Etihad.
En una noche que desafió toda lógica futbolística, Real Madrid y Manchester City convirtieron el terreno de juego en un escenario de teatro griego, donde tragedias y comedias se entrelazaron en cada jugada. Desde el principio, cuando un error de Lunin dio ventaja a los visitantes, hasta el estallido final de Valverde, el partido fue un carrusel de emociones.
Guardiola, con un City «remendado», desafió las expectativas y, pese a las bajas, su equipo no solo sobrevivió al vértigo de Rodrygo y Vinicius, sino que por momentos, pareció estar a punto de sentenciar la eliminatoria. Sin embargo, la respuesta del Madrid fue inmediata, con un empate que surgió de la brocha gorda de Camavinga y un roce mágico en Ruben Dias.
El guion del partido, sin embargo, no estaba escrito en piedra. Ancelotti movió sus fichas, colocando a Rodrygo y Vinicius en posiciones clave, una decisión que pagó dividendos cuando el segundo asistió al primero para que este último marcara, reviviendo el espíritu del Bernabéu.
El City, por su parte, mantuvo su filosofía de juego a pesar de la presión, y Foden, emergiendo como el héroe inesperado, devolvió la esperanza a los ingleses con un zurdazo que parecía dictar el destino del Madrid. Sin embargo, el fútbol tiene sus propios dioses, y estos no estaban listos para cerrar el libro de este capítulo.
Valverde, con un cañonazo digno de los libros de historia, equilibró la balanza y dejó el desenlace de esta épica batalla para ser escrito en el Etihad.
En el otro encuentro de la jornada, el Arsenal vs Bayern Munich, el equipo de Thomas Tuchel remontó, con goles de Serge Gnabry y Harry Kane, el tanto inicial de Bukayo Saka, pero Leandro Trossard empató a falta de 15 minutos. Alphonso Davies vio la amarilla y se perderá la vuelta.