Aimee Harris recibió una sentencia de prisión por comercializar objetos personales de la hija del presidente de EE. UU.
En un caso que ha generado gran controversia, Aimee Harris fue sentenciada a un mes de prisión y tres meses de arresto domiciliario por robar y comercializar pertenencias personales de Ashley Biden, hija del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
La jueza Laura Taylor Swain calificó el hecho como despreciable, reflejando la gravedad de la infracción cometida por Harris. Según reportes de la corte federal de Manhattan, la acusada admitió su culpabilidad en agosto de 2022, revelando haber recibido USD 20.000 de Project Veritas por vender los efectos personales de Biden.
El testimonio de Harris, citado por WSVN, reveló que los objetos de Biden fueron encontrados en una vivienda en Delray Beach, Florida. Harris, visiblemente afectada, se disculpó por sus acciones, destacando ser una sobreviviente de abuso, aunque la fiscalía enfocó su argumento en la intencionalidad detrás del acto de Harris, subrayando un patrón de desprecio hacia la ley.
Además, se reveló que Harris y un coacusado intentaron vender inicialmente las pertenencias de Ashley Biden a la campaña presidencial de Donald Trump en 2020, buscando afectar la imagen de Joe Biden durante el periodo electoral. Este intento fallido de venta resalta la intención política detrás del delito.
Al final del juicio, Harris pidió disculpas públicamente a Ashley Biden y a su familia, lamentando los efectos de sus acciones. Aunque su defensa resaltó su contexto personal y trauma pasados, la decisión judicial ratificó la necesidad de asumir responsabilidades legales por las acciones cometidas.