La capital colombiana implementa medidas para enfrentar la sequía causada por El Niño.
En Bogotá, la situación del suministro de agua alcanza niveles críticos, llevando a la implementación de un racionamiento gradual. Las autoridades buscan frenar los riesgos de desabastecimiento en la capital colombiana, donde los embalses han alcanzado mínimos históricos debido a la sequía provocada por El Niño.
«El crítico nivel de los embalses encargados de suministrar el agua a la capital colombiana es el más bajo que se ha registrado en los últimos 40 años, con dos de estos funcionando con un 16,52 % y 18,47 % de sus capacidades», señalan las autoridades. Esta situación ha llevado a la adopción de medidas urgentes para garantizar el abastecimiento de agua en la ciudad.
El racionamiento se aplicará de manera gradual por sectores, con la excepción de la localidad de Usme, y tendrá una duración de 24 horas. Natasha Avendaño, gerente de la empresa de acueducto de Bogotá, insta a la población a tomar conciencia sobre el uso responsable del agua y a seguir las recomendaciones de ahorro emitidas por las autoridades.
Comerciantes y residentes se preparan para adaptarse a estas restricciones. Mientras algunos ciudadanos ven la medida como una oportunidad para concientizar sobre el cuidado del agua, otros expresan preocupación por su impacto en el consumo y en la operatividad de ciertos negocios, especialmente aquellos que dependen del suministro constante de agua.
A medida que avance el período de restricciones, las autoridades evaluarán la efectividad de las medidas implementadas y considerarán la posibilidad de ajustarlas según sea necesario para garantizar el suministro de agua en la ciudad.
(Con información de Voz de América)