El taekwondista venezolano se clasifica a los Juegos Olímpicos tras una victoria contundente en el Preolímpico de República Dominicana.
En un despliegue de técnica y pasión por el deporte, Yohandri Granado ha dejado su huella en el tatami del Preolímpico de Taekwondo en República Dominicana, asegurando un codiciado lugar en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. La victoria sobre el colombiano Jhon Garrido con un marcador de 2-0 (8-2 y 10-3) no solo demostró su superioridad en la categoría de -58 kilogramos, sino que también le abrió las puertas a la máxima cita del deporte mundial.
El anuncio de su clasificación, compartido por el Comité Olímpico Venezolano a través de su cuenta de X, ha llenado de orgullo y alegría a la nación, confirmando a Granado como uno de los representantes de Venezuela en la próxima edición de los Juegos Olímpicos. Este logro es el resultado de años de dedicación, entrenamiento y sacrificios, los cuales han sido reconocidos y celebrados por toda la comunidad deportiva nacional.
La participación de la selección nacional de taekwondo en el Campeonato Panamericano, evento clasificatorio para París 2024, estuvo marcada por la determinación y el optimismo de sus integrantes, especialmente de Granado, quien afirmó previo al campeonato: “Venimos con todo para este campeonato, la meta es alcanzar los cupos para los Juegos Olímpicos”. Palabras que resonaron con fuerza y se convirtieron en realidad tras su impecable desempeño en el tatami.
La clasificación de Granado a París 2024 no solo es un triunfo personal, sino también un logro para el taekwondo venezolano, demostrando que el país continúa siendo un semillero de talentos en este arte marcial. Su camino hacia los Juegos Olímpicos es una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de deportistas que sueñan con representar a Venezuela en los escenarios más prestigiosos del mundo.
Mientras París 2024 se asoma en el horizonte, Granado continúa preparándose para representar a Venezuela con el mismo honor, fuerza y determinación que lo han llevado a ser uno de los taekwondistas más destacados de América Latina. Su historia es un recordatorio de que, con pasión y perseverancia, los sueños deportivos pueden convertirse en realidad.