El presidente de EE.UU., Joe Biden, firma un histórico paquete de ayuda militar destinado principalmente a Ucrania, Israel y Taiwán, concluyendo meses de negociaciones en el Congreso.
En un movimiento que marca un día significativo para la política exterior de Estados Unidos y la paz mundial, el presidente Joe Biden ha firmado un proyecto de ley que asigna un paquete de ayuda militar de 90.000 millones de euros. La mayor parte de esta ayuda se destinará a Ucrania, con un considerable apoyo también dirigido a Israel y Taiwán, tras intensas negociaciones en el Congreso estadounidense.
«Este es un buen día para Estados Unidos, este es un buen día para la paz mundial», declaró Biden durante la ceremonia de firma. Aproximadamente 57.000 millones de euros de este paquete se destinarán a Ucrania para responder a sus constantes demandas de armamento en el contexto de su conflicto con Rusia. Biden enfatizó que fortalecer a los aliados de EE. UU. contribuye directamente a la fortaleza de la nación norteamericana, subrayando que esta medida también beneficiará a la economía estadounidense al impulsar la industria militar y armamentística del país.
Israel recibirá 24.000 millones de euros en un momento crucial, dadas las crecientes tensiones y los llamados internacionales para un alto al fuego en la Franja de Gaza. Este apoyo financiero llega en un momento en que se debate una posible operación a gran escala en Rafá, en el sur de un enclave palestino ya afectado por los bombardeos.
En cuanto a Taiwán, el paquete incluye una asignación de 7.500 millones de euros. Este apoyo es particularmente significativo dada la prolongada disputa territorial de Taiwán con China. Además, el paquete legislativo incluye una disposición que podría llevar a la prohibición de TikTok en EE. UU., a menos que su empresa matriz china, ByteDance, se desvincule de ella. También autoriza al gobierno estadounidense a apropiarse de activos rusos congelados en el país, valorados en aproximadamente 6.000 millones de euros.
La aprobación del Senado, con 79 votos a favor y 18 en contra, culmina meses de debate y tensión dentro del Partido Republicano, poniendo en juego la posición de liderazgo de su presidente de la Cámara, Mike Johnson. Este paquete no solo refleja un compromiso continuo con los aliados estratégicos de EE.UU. sino que también indica una firme postura en varios frentes geopolíticos críticos.