La Comisión Electoral declara a Pedro Rocha como nuevo presidente de la RFEF, mientras persisten disputas legales y supervisión gubernamental.
La Comisión Electoral de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha proclamado a Pedro Rocha como nuevo presidente, tras recibir el apoyo de la mayoría de los asambleístas. Rocha, quien contó con 107 avales de los 138 posibles, asumirá de inmediato la presidencia, según lo establecido por la Orden EFD/42/2024 y el Reglamento electoral federativo.
La decisión de proclamar a Rocha como presidente se produce en medio de disputas legales y la intervención gubernamental en la federación. A pesar de que el presidente del Comité Nacional de Entrenadores (CENAFE) presentó un recurso contra la candidatura de Rocha, este fue inadmitido por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) por falta de legitimación.
Sin embargo, persisten las controversias legales en torno al proceso electoral. Miguel Galán, anunció un nuevo recurso ante el TAD contra la resolución de la Comisión Electoral sobre la proclamación provisional de Rocha como único candidato. Galán argumenta que el plazo para proclamar candidaturas definitivas no ha concluido y que, mientras el TAD no resuelva este nuevo recurso, no se puede nombrar presidente definitivo.
Además, el Consejo Superior de Deportes (CSD) ha anunciado la creación de una Comisión de Supervisión, Normalización y Representación para tutelar el funcionamiento de la RFEF. Esta comisión tendrá un nivel jerárquico superior a la federación y estará compuesta por personas de reconocido prestigio en diversos ámbitos.
La proclamación de Rocha como presidente se da en medio de la investigación por posibles contratos irregulares en la RFEF. Aunque Rocha había asumido de forma interina la presidencia en septiembre, su condición cambió a investigado tras una solicitud de la Fiscalía debido a la falta de respuestas durante su declaración.
El proceso electoral en la RFEF continúa siendo objeto de atención tanto a nivel legal como gubernamental, mientras Pedro Rocha asume la presidencia en un contexto de controversia y supervisión.