KENNEDY

Robert F. Kennedy Jr., candidato presidencial, tiene un gusano en su cerebro

En 2012, Kennedy Jr. reveló que un gusano muerto fue la causa de una mancha en su cerebro, inicialmente diagnosticada como un tumor.

Robert F. Kennedy Jr., el candidato independiente a la Presidencia de EE.UU. y considerado el díscolo de la icónica familia Kennedy, compartió en 2012 durante un proceso judicial que un gusano muerto fue responsable de una mancha en su cerebro, inicialmente diagnosticada como un tumor maligno. Este sorprendente hecho surgió durante su divorcio y ha resurgido en conversaciones actuales debido a su candidatura presidencial.

El Times tuvo acceso exclusivo a la declaración de Kennedy Jr., donde explicó que, después de enfrentar síntomas de pérdida de memoria y confusión, los médicos detectaron lo que parecía ser un tumor en su cerebro en 2010. Sin embargo, una segunda opinión médica reveló que la mancha negra era en realidad los restos de un parásito que había ingresado a su cerebro.

Esta condición peculiar fue tratada con cautela por Kennedy, quien afirmó haberse recuperado completamente de los síntomas sin necesidad de tratamiento adicional. A pesar de los potenciales riesgos que podría implicar para un candidato presidencial, su equipo ha restado importancia a las preocupaciones sobre su salud, considerando las críticas como poco serias en comparación con la competencia.

Kennedy Jr., quien además ha sido diagnosticado con una condición coronaria y tuvo una intoxicación por mercurio derivada de una dieta alta en pescado contaminado, ha asegurado que estos problemas de salud no han tenido incidentes significativos en más de una década y que no afectarán su capacidad para desempeñar el cargo presidencial, si es elegido.

A sus 70 años, Robert F. Kennedy Jr. enfrenta no solo desafíos médicos, sino también políticos, siendo un ferviente crítico de las vacunas y considerado por muchos como la oveja negra de los Kennedy. Su presencia en la carrera presidencial de 2024 podría influir significativamente en el resultado electoral, potencialmente desviando votos de los principales candidatos de los dos grandes partidos en Estados Unidos.