La administración Biden introduce un reglamento que permite rechazar más rápidamente solicitudes de asilo por motivos de seguridad nacional o pública.
El gobierno del presidente Joe Biden implementó una nueva normativa este jueves que busca acelerar el proceso de denegación de asilo a migrantes considerados un peligro para «la seguridad nacional o pública» de Estados Unidos. Esta medida se enmarca dentro de los esfuerzos del presidente para gestionar la continua afluencia de migrantes y refugiados que intentan cruzar la frontera sin seguir las «vías legales» establecidas.
La nueva regulación, impulsada por el Departamento de Seguridad Interior (DHS), simplifica el proceso para denegar el asilo a aquellos migrantes que no cumplan con los requisitos legales en Estados Unidos, centrando la atención en casos relacionados con «terrorismo, seguridad nacional o delitos penales». Según el DHS, esto afectará a una «cantidad pequeña» de migrantes, pero permitirá su expulsión de manera «más rápida».
El secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, explicó que las solicitudes de asilo podrían ser denegadas en cuestión de días durante las entrevistas de miedo creíble. Estas entrevistas son críticas en el proceso, ya que permiten evaluar si los migrantes enfrentan un riesgo real de persecución o tortura en sus países de origen.
Esta normativa llega en un contexto de campaña electoral, donde la migración se ha convertido en un tema central, especialmente frente a las promesas del ex-presidente Donald Trump de implementar una política de deportación masiva si regresa a la Casa Blanca. En respuesta, Biden ha tomado varias medidas para fortalecer las políticas de inmigración y asegurar la frontera.
Desde mayo de 2023 hasta mayo de 2024, el DHS ha reportado la expulsión o retorno de más de 720.000 individuos, incluyendo a más de 109.000 miembros de familias. Además, las autoridades han destacado la detención de cientos de pandilleros en los últimos meses, subrayando los desafíos de seguridad que enfrenta el país.
La nueva regla, que está actualmente abierta a comentarios públicos y podría sufrir cambios antes de su implementación definitiva, representa «un paso más en nuestros esfuerzos continuos para garantizar la seguridad» de los estadounidenses, afirmó Mayorkas. Esta acción es parte de una estrategia más amplia que incluye la actualización de la política sobre el «uso de información clasificada en procedimientos migratorios».
El tema migratorio sigue siendo un desafío significativo para la administración Biden, que ha visto cómo más de siete millones de migrantes y solicitantes de asilo han sido interceptados desde su asunción al poder. A medida que se acerca el calor del verano, el gobierno anticipa posibles incrementos en el número de cruces fronterizos, manteniendo la presión sobre las políticas y estrategias en curso.