La creciente presencia de China en proyectos de infraestructura clave en América Latina suscita preocupaciones sobre seguridad nacional y ciberseguridad, según la jefa del Comando Sur de EE.UU., Laura Richardson.
Durante la Novena Conferencia de Seguridad Hemisférica celebrada en la Universidad Internacional de Florida, Laura Richardson, jefa del Comando Sur de EE.UU., abordó las crecientes preocupaciones sobre la influencia de China en la construcción de infraestructuras críticas en América Latina. Las inversiones chinas, especialmente en el desarrollo de megapuertos, han permitido a Beijing un acceso sin precedentes a los recursos naturales de la región, lo que plantea un reto significativo para la seguridad de la información y la soberanía de los datos.
Richardson señaló que, aunque América Latina es una fuente crucial de insumos esenciales a nivel global, no está obteniendo beneficios proporcionales de estos recursos debido a la influencia extranjera en sus infraestructuras. “El primer megapuerto que hizo China en América Latina solamente va a hacer más fácil para los chinos extraer todos estos recursos de la región”, mencionó Richardson, subrayando la estrategia de Beijing de fortalecer su presencia económica y estratégica a expensas de los intereses locales.
La conferencia también destacó la preocupación por la seguridad cibernética y la protección de datos. Richardson enfatizó la importancia de educar e informar sobre los riesgos asociados con permitir que la infraestructura crítica, como los sistemas de escaneo de carga portuaria, caiga bajo el control de entidades vinculadas al gobierno chino. Esto es crucial para asegurar que la información sensible no sea explotada para propósitos adversos.
“¿Por qué hay tanto enfoque en la infraestructura crítica en este hemisferio por parte de los chinos, nos preocupan las posibles aplicaciones militares que son controladas por el gobierno”, expresó Richardson, destacando la necesidad de una colaboración internacional para enfrentar estos desafíos.
Este llamado a la acción resuena en el contexto de las democracias globales y subraya la importancia de ofrecer a los países opciones viables que no comprometan su seguridad nacional. “El hecho de tener seguridad para lograr la estabilidad económica… ambas van mano a mano. La seguridad económica es igual a la seguridad nacional”, afirmó Richardson, reafirmando que la seguridad económica y nacional deben abordarse simultáneamente para asegurar la estabilidad y el desarrollo a largo plazo.
La conferencia en Miami, que contó con la participación de figuras destacadas de la seguridad global y regional, fue un espacio crucial para discutir cómo la tecnología y la inversión extranjera están moldeando tanto las amenazas como las estrategias de seguridad en el continente. La expansión de China en América Latina representa un nuevo desafío para la región y el mundo, requiriendo una respuesta coordinada que equilibre el desarrollo económico con la seguridad nacional.
(Con información de Infobae)