El líder de Junts per Catalunya busca ser investido presidente de Cataluña, mientras el PSC rechaza su apoyo y propone un gobierno tripartito.
Carles Puigdemont, líder de «Junts per Catalunya» (JxCat), ha declarado su intención de postularse para la presidencia de la Generalitat de Cataluña, a pesar de que el bloque independentista no cuenta con los apoyos necesarios para formar gobierno. Durante una rueda de prensa en Argelès-sur-Mer, Francia, Puigdemont expresó su confianza en que pueden «sumar una mayoría coherente, más amplia que la que puede formar el candidato socialista», Salvador Illa.
La noticia llega después de que las elecciones del 12M resultaran en la pérdida de la mayoría absoluta del independentismo, aunque Junts ha visto un incremento en su número de escaños. El Partido Socialista de Cataluña (PSC), que logró una victoria histórica con 42 diputados, ha descartado cualquier posibilidad de investir a Puigdemont, apostando en cambio por un gobierno regional tripartito con ERC y Comuns Sumar.
Núria Parlon, portavoz del PSC, enfatizó que la prioridad de su partido es liderar un gobierno que refleje la voluntad de la ciudadanía expresada en las urnas y rechazó las afirmaciones de Puigdemont sobre una posible abstención del PSC que le permitiría asumir la presidencia. «No daremos apoyo a la investidura de Puigdemont, la ciudadanía ha hablado claro y el independentismo en este momento no tiene una mayoría legítima como para reclamar este Govern encabezado por Carles Puigdemont», afirmó Parlon.
A nivel nacional, tanto Junts como ERC han facilitado previamente la investidura del presidente socialista Pedro Sánchez, quien ha propuesto políticas de reconciliación con Cataluña, incluyendo una ley de amnistía para los líderes independentistas implicados en el intento secesionista de 2017. Sin embargo, Puigdemont ha descartado cualquier forma de alianza que facilite su investidura, sugiriendo que cualquier acercamiento del PSC al Partido Popular (PP) invalidaría los acuerdos establecidos con el PSOE en Madrid.
El escenario político en Cataluña sigue siendo complejo y fluido, con Puigdemont y su partido buscando navegar en un entorno político altamente polarizado y con pocas posibilidades de formar un gobierno sin el apoyo de otros partidos del espectro independentista o de izquierda.