El senador de origen cubano enfrenta graves cargos de corrupción y soborno en un juicio que podría llevarlo a pasar hasta 20 años en prisión.
El senador de origen cubano Robert Menéndez se encuentra en el centro de un escándalo de corrupción, enfrentando un juicio en el que la Fiscalía de Estados Unidos lo acusa de haber puesto su poder «en venta» a cambio de sobornos. Durante los alegatos de apertura este miércoles, la fiscal Lara Pomerantz aseguró al jurado que Menéndez «era poderoso, también era corrupto».
En el juicio, que también incluye a los empresarios Wael Hana y Fred Daibes, se acusa a Menéndez de utilizar su influencia para proteger y enriquecer a estos empresarios, así como de influir en el fiscal general de Nueva Jersey a favor de un tercer empresario, José Uribe, quien se declaró culpable y está colaborando con el Ministerio Público. Menéndez también está acusado de beneficiar al Gobierno de Egipto al proporcionar «información sensible» sobre el Ejecutivo de Estados Unidos y tomar medidas en favor de ese país entre 2018 y 2022. Además, se le acusa de ayudar a Daibes a invertir en un fondo vinculado con Catar y de obstrucción a la justicia durante la investigación de los sobornos recibidos.
«Puso su avaricia primero, puso su propio interés por encima del interés de la gente (a la que servía), puso su poder en venta», afirmó Pomerantz. Añadió que «esto no era la política de siempre, era la política con ánimo de lucro».
La Policía encontró en la casa del senador y su esposa en Nueva Jersey 480.000 dólares escondidos en una caja de seguridad, entre la ropa, bolsillos de chaquetas y zapatos, además de 13 lingotes de oro. También se reportó que la esposa de Menéndez recibió un Mercedes-Benz descapotable, un anillo de diamantes y muebles de lujo.
El abogado defensor Avi Weitzman trató de desvincular a Menéndez de los negocios de su esposa, alegando que ella tenía preocupaciones financieras que ocultó al senador. «Nadine tenía preocupaciones financieras», reconoció Weitzman, pero aseguró que se las había escondido al senador y que «se aseguró de que Bob no estuviera en las conversaciones».
Tanto Menéndez como su esposa y los dos empresarios se han declarado inocentes de los cargos. Este no es el primer enfrentamiento de Menéndez con la justicia. En 2015, fue acusado de aceptar sobornos en forma de vuelos en jets privados, vacaciones de lujo y donaciones ilegales de campaña, pero el juicio quedó sin efecto en 2018 después de que el jurado no pudo llegar a un veredicto unánime.