La decisión se suma a la de Colombia y la retirada de la invitación a la Unión Europea por parte del CNE venezolano.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil confirmó este lunes que no enviará una misión de observadores a Venezuela con motivo de las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 28 de julio. Esta decisión se produce en un contexto de creciente incertidumbre y controversia en torno a la transparencia y legitimidad del proceso electoral en Venezuela.
El organismo electoral brasileño no explicó las razones de su decisión ni aclaró si participará en una posible misión de observadores del foro BRICS, fundado por Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica, que al igual que el TSE fue invitado por Venezuela. Tampoco se ha confirmado si Brasil enviará una misión integrada por parlamentarios, como ha hecho para otras elecciones en países de la región.
La semana pasada, Colombia también anunció que no enviará ninguna misión de observadores a Venezuela. Según el canciller Luis Gilberto Murillo, no habría «tiempo» para «estructurarla» con las características técnicas exigidas por las autoridades venezolanas. Esta decisión fue tomada poco después de que el Consejo Nacional Electoral venezolano retirara la invitación que había hecho a la Unión Europea (UE) para que enviara observadores, tras la ratificación de las sanciones del bloque a miembros del Gobierno y el partido oficialista.
Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro, ambos del arco progresista, han expresado su «preocupación» por las trabas impuestas para el registro de candidatos opositores en estos comicios, en los que Nicolás Maduro buscará su reelección. Las dificultades y restricciones para la participación de la oposición han generado críticas y han puesto en duda la transparencia del proceso electoral.
La ausencia de misiones de observadores internacionales, como las del TSE de Brasil, Colombia y la Unión Europea, añade un nuevo nivel de preocupación sobre la legitimidad de las elecciones en Venezuela. La presencia de observadores es considerada clave para garantizar la transparencia y credibilidad de los procesos electorales, especialmente en contextos donde hay serias dudas sobre la imparcialidad y equidad del mismo.
En medio de estas tensiones, el gobierno venezolano sigue adelante con los preparativos para las elecciones del 28 de julio, mientras la comunidad internacional observa con atención y escepticismo. La situación política en Venezuela continúa siendo un tema de alta relevancia y preocupación global, con implicaciones que van más allá de sus fronteras.