En una movida para mantener unidas a las familias y avivar la economía, el presidente Joe Biden lanza una nueva política de residencia permanente.
En una maniobra que promete sacudir el tablero migratorio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes una serie de nuevos permisos de residencia permanente dirigidos a los cónyuges de ciudadanos estadounidenses. La jugada, que forma parte de una política para “mantener unidas a las familias”, también busca inyectar nueva sangre en la economía nacional.
Biden dejó claro que el Departamento de Seguridad Nacional está tomando cartas en el asunto para garantizar que los no ciudadanos puedan quedarse legalmente en el país. “Este nuevo proceso ayudará a ciertos cónyuges e hijos no ciudadanos a solicitar la residencia permanente legal (estado para el que ya son elegibles) sin salir del país. Estas acciones promoverán la unidad familiar y fortalecerán nuestra economía, brindando un beneficio significativo al país y ayudando a los ciudadanos estadounidenses y sus familiares no ciudadanos a permanecer juntos”, señaló el mandatario en un comunicado.
Para calificar, los cónyuges e hijos deben tener al menos diez años residiendo en Estados Unidos, estar legalmente casados y cumplir con todos los requisitos legales aplicables. Según datos del Departamento de Estado, los potenciales beneficiarios de este programa llevan una media de 23 años viviendo en territorio estadounidense.
Además, estos afortunados tendrán un plazo de tres años para solicitar el ansiado documento y una autorización de trabajo. Biden destacó que esta medida protegerá a unos 500.000 cónyuges de ciudadanos estadounidenses y a unos 50,.000 niños no ciudadanos menores de 21 años cuyos padres están casados con un ciudadano estadounidense.
Y eso no es todo. La administración Biden también está poniendo sobre la mesa visas de trabajo para migrantes que hayan estudiado en el país o que estén bajo el programa DACA, una iniciativa del gobierno de Obama. “Reconociendo que es de nuestro interés nacional garantizar que las personas educadas en los EE. UU. puedan utilizar sus habilidades y educación en beneficio de nuestro país, la Administración está tomando medidas para facilitar el proceso de visa de empleo para aquellos que se han graduado de la universidad y tienen una oferta de trabajo altamente calificado, incluidos beneficiarios de DACA y otros Dreamers”, añadió el presidente.