El Gobierno de Daniel Noboa ajustará los precios de las gasolinas más consumidas, manteniendo un mecanismo de estabilización para evitar fluctuaciones extremas.
El gobierno de Ecuador, encabezado por el presidente Daniel Noboa, ha anunciado que reducirá a finales de junio los subsidios a las gasolinas de mayor consumo. Sin embargo, los precios no se liberarán por completo y seguirán bajo un mecanismo de estabilización para proteger a los consumidores de fluctuaciones abruptas en los precios del petróleo.
En una rueda de prensa, la viceministra de Economía, Ana Cristina Avilés, explicó que los dos tipos de gasolinas de 85 octanos tendrán un incremento de 26 centavos de dólar por galón (3,8 litros), elevando el precio de 2,46 a 2,72 dólares. «La medida se prevé que entre en vigencia los últimos días del mes de junio», añadió el titular de Transporte, Roberto Luque.
Avilés detalló que este aumento irá acompañado de un mecanismo de compensación para sectores como el transporte. Además, se implementará una banda de precios que evitará que el costo del galón suba más de un 5% y baje más de un 10% al mes, dependiendo de la cotización internacional del petróleo.
Contexto histórico y actual
Los intentos anteriores de eliminar los subsidios a los combustibles por parte de los presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023) resultaron en violentas protestas, principalmente lideradas por la mayor organización indígena del país. A diferencia de sus predecesores, Noboa, quien asumió la presidencia en noviembre pasado en unos comicios anticipados, ha decidido mantener los subsidios al diésel y al gas de uso doméstico, pero ajustar los de las gasolinas.
En 2023, los subsidios a las gasolinas representaron un gasto de 644 millones de dólares para el Estado, una cifra similar al costo del bono de desarrollo humano y el doble de lo que se destina a combatir la desnutrición. Esta medida se enmarca dentro de un contexto de ajustes económicos y recientes acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que hace dos semanas aprobó un nuevo crédito por 4.000 millones de dólares para Ecuador. Diversas organizaciones sociales sostienen que la eliminación de los subsidios es una condición del FMI, algo que el gobierno niega.