La Comisión Mixta de la UE solicita al Gobierno de Venezuela que permita la veeduría internacional para garantizar la legitimidad de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
En un esfuerzo por garantizar la transparencia y legitimidad de las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, la Comisión Mixta de la Unión Europea (UE) ha aprobado un acuerdo para solicitar al Gobierno de Venezuela que permita la veeduría internacional de la comunidad política. Este acuerdo llega tras el retiro de la invitación a la UE por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), una decisión que ha generado preocupación a nivel internacional.
La Comisión publicó en su página web la proposición que busca que la UE pueda ejercer sus funciones de observación electoral, conforme a lo acordado en los Acuerdos de Barbados en octubre de 2023 entre el chavismo y la oposición. El documento, presentado por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso español, también rechaza firmemente el retiro de la invitación por parte del CNE.
Importancia de la Observación Internacional
«Consideramos muy importante la amplia presencia de observadores conforme a lo previsto en los Acuerdos de Barbados», se lee en el documento. «Esas elecciones serán una oportunidad para la superación de la crisis y la normalización de la situación en los planos interno y externo.»
El grupo destaca que unas «elecciones libres, justas y transparentes» son esenciales para el desarrollo democrático de Venezuela. Además, subraya que el país está en una «encrucijada política y social que requiere el apoyo y la solidaridad internacional» para garantizar el respeto por la decisión del pueblo.
La plataforma menciona que el retiro de la invitación a la UE es un «motivo de grave preocupación» y refleja una «profunda desconfianza y rechazo» hacia la comunidad internacional. «Hechos como la retirada de la invitación a la Unión Europea para participar como observadora en las elecciones socavan la transparencia y credibilidad del proceso electoral en Venezuela», advierte el documento. La negativa del régimen a permitir la supervisión internacional es vista como una señal clara de su intención de mantener un control autoritario sobre el proceso electoral.
El canciller de Brasil, Mauro Vieira, también insistió en la necesidad de una «amplia presencia de observadores internacionales en las elecciones presidenciales de Venezuela para garantizar su legitimidad». Durante su comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Vieira destacó el compromiso de Brasil con los Acuerdos de Barbados y la importancia de que el ganador de las elecciones cuente con la legitimidad necesaria para ser aceptado por todos los actores políticos.