El comienzo de un largo camino hacia la membresía en la UE para Ucrania y Moldavia, con desafíos y complejas negociaciones por delante.
Este martes, 25 de junio de 2024, marca el inicio de las negociaciones para incluir a Ucrania y Moldavia en la Unión Europea, un proceso largo y complicado que podría extenderse durante años. El objetivo de abrir las conversaciones con Ucrania es enviar un mensaje de apoyo al país, tras más de dos años de guerra. Los ministros de Asuntos Europeos de los países de la UE, reunidos en Luxemburgo, confirmaron hace unos días el cuadro de negociaciones para Ucrania y Moldavia, un paso que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó como «histórico».
En su cuenta de X, Zelenski expresó: «Millones de ucranianos, y de hecho generaciones de nuestro pueblo, están haciendo realidad su sueño europeo. Ucrania regresa a Europa, a la que ha pertenecido durante siglos, como miembro de pleno derecho de la comunidad europea».
El proceso de adhesión a la UE suele tomar varios años de complejas negociaciones entre los países aspirantes y las instituciones europeas. Este proceso puede consumir hasta una década, como se ha visto en casos anteriores. Turquía, por ejemplo, inició conversaciones formales de adhesión en 2005, y la situación sigue en punto muerto. Albania fue reconocido como país candidato en 2003 e inició conversaciones formales en 2009, que aún no se han completado. Montenegro, Serbia, Bosnia y Macedonia del Norte también esperan en la fila con creciente impaciencia.
A partir de ahora, comienza un proceso de evaluación para analizar hasta qué punto las leyes de Ucrania y Moldavia ya cumplen con los estándares de la UE y cuánto más trabajo queda por hacer. Una vez completado este análisis, la UE debe establecer las condiciones para las negociaciones sobre 35 temas, que van desde el sistema impositivo hasta la política medioambiental. No se espera que este diálogo muestre avances significativos, al menos este año.
Hungría asumirá el 1 de julio la presidencia rotativa semestral del Consejo de la UE y ha adelantado que el diálogo con Ucrania no será una de las prioridades de su semestre de gestión. En cuanto a Moldavia, las conversaciones se producen en un momento particularmente sensible, ya que Estados Unidos, Reino Unido y Canadá han advertido sobre un complot ruso para influir en las elecciones presidenciales de octubre. Atrapada entre una Ucrania devastada por la guerra y Rumania, un país miembro de la UE, Moldavia acusa con frecuencia a Rusia de interferir en sus asuntos internos.