Un Gol de Fajardo Desata el Caos en un Encuentro Marcado por la Violencia y la Intención Épica
La batalla de Atlanta dejó más que una simple derrota para Estados Unidos en la Copa América 2024. En un partido que muchos ya califican como el más intenso del torneo, Panamá se llevó la victoria con un gol agónico de Fajardo, poniendo patas arriba el grupo C y cuestionando la estabilidad del proyecto de Berhalter.
Desde el inicio, el partido en el Mercedes-Benz Stadium fue una vorágine de acción. Apenas siete minutos fueron suficientes para que Panamá tomara la delantera gracias a un caótico gol de Bárcenas. La respuesta de EE.UU. no tardó en llegar, con un gol que el VAR anuló debido a una posición adelantada de Ream.
La tensión escaló rápidamente cuando Blackman chocó con el portero Turner, quien cayó lesionado pero pudo continuar. Sin embargo, la verdadera chispa del conflicto se encendió con una pelea entre Weah y Blackman, que resultó en la expulsión de Weah tras la intervención del VAR.
A partir de ese momento, cada ataque de Estados Unidos se convirtió en una epopeya. Robinson y Balogun intentaron igualar el marcador con disparos potentes, pero Panamá se mantuvo firme. La intensidad del juego continuó, con ambos equipos generando ocasiones peligrosas. Un disparo de Balogun que se estrelló en el larguero fue otro ejemplo de la ferocidad del encuentro.
El segundo tiempo trajo un cambio en la dinámica, con Panamá dominando la posesión. Un gol de Blackman amplió la ventaja, y Estados Unidos luchó desesperadamente para remontar. Pulisic intentó una y otra vez abrir espacios, pero la defensa panameña se mantuvo sólida. Un último intento de Pepi también fue frustrado, sellando la derrota de EE.UU. cuando Fajardo anotó el gol definitivo en los últimos minutos.
Uruguay Brilla con el Método Bielsa
Por otro lado, Uruguay demostró una vez más la eficacia del estilo de juego implementado por Marcelo Bielsa. En su segundo partido de la Copa América, la Celeste venció a Bolivia con una exhibición de fútbol de alta intensidad y precisión. Desde el principio, Uruguay impuso su ritmo, con De La Cruz y Valverde dominando el medio campo y creando oportunidades constantes.
Pellistri abrió el marcador, y Darwin Núñez, a pesar de sus dificultades iniciales, encontró el gol gracias a su persistencia. Bolivia, aunque intentó responder, no pudo competir con la superioridad de Uruguay. A medida que avanzaba el partido, los charrúas continuaron presionando y anotaron tres goles más en la segunda mitad, asegurando una victoria contundente y su lugar en los cuartos de final.