Gabriel Attal llama a votantes a evitar que el partido de Marine Le Pen logre mayoría absoluta.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, ha instado a los votantes a formar un frente unido para bloquear a la extrema derecha en las próximas elecciones legislativas. Con solo cuatro días para la segunda vuelta electoral, el futuro político de Francia pende de un hilo mientras el partido antiinmigración Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen busca hacerse con el control del gobierno por primera vez.
El RN dominó la primera vuelta de las elecciones, colocando al partido de Le Pen en una posición fuerte para formar gobierno y posiblemente colocar a su protegido, Jordan Bardella, de 28 años, como primer ministro en una tensa «cohabitación» con el presidente Emmanuel Macron.
En respuesta, más de 200 candidatos de la izquierda y del centro han abandonado esta semana la carrera a tres bandas en la segunda vuelta, con el objetivo de impedir que la RN gane escaños. Este movimiento, conocido como el «Frente Republicano», parece haber sido en general un éxito para el gobierno, pero la cuestión clave ahora es si los votantes responderán a las peticiones de bloquear a la RN.
«Hay un bloque que puede tener mayoría absoluta (en la Asamblea Nacional) y es la extrema derecha», declaró Attal a la radio France Inter. «El domingo por la noche, lo que está en juego en la segunda vuelta es hacer todo lo posible para que la extrema derecha no tenga mayoría absoluta», añadió.
Attal reconoció que no es agradable para muchos franceses tener que bloquear a la RN depositando un voto que no querían originalmente, pero enfatizó que es una responsabilidad necesaria para proteger la democracia y la estabilidad del país.
El llamado del primer ministro refleja la gravedad de la situación política en Francia. La posibilidad de que el partido de Le Pen obtenga una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. La formación de un gobierno liderado por la extrema derecha representaría un cambio significativo en la dirección política de Francia y podría tener repercusiones importantes en las políticas de inmigración, relaciones exteriores y derechos civiles.