El presidente ruso busca fortalecer alianzas con Xi Jinping y Erdogan en una cumbre crucial.
Este miércoles, 3 de julio de 2024, Vladimir Putin, presidente de Rusia, llegó a Astaná para asistir a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). En un momento crítico debido a la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones con Occidente, Putin se reunirá con líderes clave como Xi Jinping de China y Recep Tayyip Erdogan de Turquía.
La OCS, una organización que reúne a países desde Moscú hasta Pekín y representa a casi la mitad de la población mundial, celebrará reuniones que podrían definir futuras estrategias de cooperación. Los miembros permanentes de la OCS incluyen a Kazajistán, India, China, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán, Uzbekistán e Irán. Se espera que Bielorrusia se una oficialmente este año.
«Los días 3 y 4 de julio, los líderes de los países miembros de la OCS discutirán el estado y las perspectivas de la cooperación multifacética de la organización,» declaró el Kremlin en un comunicado. Además, Putin tiene planeadas reuniones bilaterales con varios líderes asistentes a la cumbre.
El presidente de Kazajistán, Kasym-Yomart Tokayev, destacó la importancia de las relaciones con China al reunirse con Xi Jinping. “Estamos en un período dorado de desarrollo de nuestras relaciones bilaterales,” afirmó Tokayev, señalando que China es el principal socio comercial y de inversiones de Kazajistán. El intercambio comercial entre ambos países alcanzó los 41.000 millones de dólares el año pasado, un incremento significativo en los últimos 30 años.
Xi Jinping, en su quinta visita de Estado a Kazajistán, reafirmó el compromiso de China con la cooperación y estabilidad regional. «Independientemente de cómo cambie la situación internacional, nuestras aspiraciones de mantener la amistad con Kazajistán y desarrollar una cooperación multifacética permanecen firmes,» declaró Xi. También expresó la esperanza de que ambos países trabajen juntos para construir una comunidad global más estable y próspera.
En el contexto actual, marcado por la guerra en Ucrania y las sanciones occidentales contra Rusia, la cumbre de la OCS en Astaná se presenta como una plataforma crucial para que Putin refuerce alianzas y busque apoyo en la arena internacional. Las discusiones en la cumbre no solo abordarán la cooperación económica, sino también temas estratégicos y de seguridad que afectan a la región y al mundo.