El presidente Macron le ha pedido a Attal que mantenga su puesto para garantizar la estabilidad mientras se forma un nuevo Gobierno.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha solicitado a Gabriel Attal que permanezca en su cargo como primer ministro interino para garantizar la estabilidad del país, según informó la oficina de Macron en un comunicado emitido este lunes. Esta decisión se toma mientras se forma un nuevo Gobierno tras las recientes elecciones legislativas.
Attal presentó su dimisión este lunes 8 de julio, cumpliendo con la tradición política francesa, pero Macron le ha pedido que continúe gestionando los asuntos corrientes hasta que se establezca un nuevo gabinete. El primer ministro saliente ya había indicado su disposición para permanecer en el puesto de forma interina si así lo decidía el presidente.
Victoria sorpresa de la izquierda sobre la ultraderecha
El panorama político francés ha sido sacudido por un inesperado giro electoral. La coalición de izquierdas, Nuevo Frente Popular (NFP), logró posicionarse a la cabeza en las elecciones legislativas del domingo 7 de julio, superando al bloque centroderechista de Macron y relegando a la ultraderecha de Marine Le Pen al tercer lugar, a pesar de haber sido la favorita en las encuestas.
La decisión de Macron de adelantar las elecciones, tras la victoria de la ultraderecha en los comicios europeos del 9 de junio, buscaba una «aclaración política» de los votantes. Este reacomodo ha resultado en una nueva configuración de fuerzas: la izquierda obtuvo la primera mayoría con alrededor de 190 escaños, seguida por la alianza centroderechista Juntos de Macron con unos 160 escaños, y el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados con más de 140 escaños.
NFP se dice listo para «gobernar»
Los líderes del Nuevo Frente Popular han declarado estar preparados para «gobernar» y han dejado claro su interés en que el próximo primer ministro sea un miembro de su coalición. Esta declaración se enmarca en el contexto de la reconfiguración política que vive Francia, donde ninguno de los bloques ha alcanzado la mayoría absoluta de 289 diputados necesarios para formar un gobierno sin alianzas.