Funcionarios medios podrían estar actuando por miedo a sanciones penales ante la posible derrota del régimen.
En medio de la crisis política que atraviesa Venezuela, han surgido informes sobre excesos cometidos por funcionarios del régimen en los últimos días. Estas acciones, según fuentes internas, podrían no estar directamente ordenadas por la cúpula del poder, sino ser resultado de la desesperación de funcionarios medios ante la inminente caída del gobierno.
Rafael Poleo, periodista y editor de El Nuevo País, ha compartido información de alta relevancia. Según Poleo, “Gente importante dentro del régimen explica los excesos de los últimos días como actos inconsultos de funcionarios medios alarmados ante la inminente derrota, que los dejará expuestos a sanciones penales.”
Esta declaración sugiere que los funcionarios de rango medio están actuando por miedo a las posibles repercusiones legales que enfrentarían en caso de un cambio de gobierno. La urgencia de protegerse a sí mismos podría estar impulsando acciones extremas y no autorizadas.
Un informante, que habló bajo condición de anonimato, añadió una afirmación contundente: “Maduro ni siquiera sabe dónde están esos presos.”
Estos informes plantean preguntas cruciales sobre la dinámica interna del régimen y su capacidad para mantener la cohesión y el control en sus filas. Si bien la cúpula podría estar intentando proyectar una imagen de unidad y control, los movimientos individuales de los funcionarios medios podrían estar socavando estos esfuerzos, impulsados por el temor y la incertidumbre.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca, evaluando las posibles sanciones y medidas a tomar en respuesta a los eventos que se desarrollan en Venezuela. La situación sigue siendo volátil y cualquier desenlace parece posible en este complejo escenario político.