protestas

CIDH condena la represión en Venezuela

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos insta al gobierno venezolano a respetar la libertad de expresión y reunión pacífica.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este miércoles la «represión violenta» contra manifestantes en Venezuela tras las elecciones del domingo 28 de julio. En un comunicado, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) hizo un llamado al gobierno venezolano para garantizar el derecho a la libertad de expresión, la reunión pacífica y la seguridad de quienes ejercen su derecho a protestar.

Desde la finalización de la jornada electoral, se han registrado más de 300 protestas espontáneas en todo el país, en las que los ciudadanos exigen respuestas a denuncias de irregularidades en el conteo de votos y falta de transparencia en el proceso electoral. La CIDH reporta que al menos 115 de estas manifestaciones han sido reprimidas violentamente.

El presidente Nicolás Maduro había advertido previamente sobre la posibilidad de «un baño de sangre». Según la CIDH, la represión se ha caracterizado por el uso de la fuerza estatal y la participación de grupos civiles armados conocidos como colectivos, que operan con aparente respaldo gubernamental. Las organizaciones de derechos humanos informan que, como resultado de la violencia desatada, más de 11 personas han fallecido.

La CIDH reafirma que la protesta pacífica es un pilar esencial en las sociedades democráticas que promueve el respeto a los derechos humanos. Asegura que es responsabilidad del Estado respetar, proteger y garantizar el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica, así como implementar todas las medidas necesarias para resolver los conflictos, priorizando siempre el diálogo y la negociación.

El organismo subraya que esto debe hacerse en conformidad con los principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza. Afirma que se debe excluir el uso de armas de fuego en los operativos de control de protestas sociales para evitar la violencia letal.

Además, la CIDH insta a las autoridades de Venezuela a actuar de buena fe y respetar sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, garantizando el derecho al asilo, el refugio y las relaciones diplomáticas. Exige el cese inmediato de las prácticas que violan los derechos humanos y destaca la necesidad de avanzar en investigaciones independientes, imparciales y transparentes, así como sancionar a los responsables tanto materiales como intelectuales de estas violaciones.

Es indispensable restablecer de manera urgente el orden democrático y el Estado de Derecho, garantizando la independencia y el equilibrio de poderes, lo que incluye la autonomía del Consejo Nacional Electoral.

Finalmente, la CIDH hace un llamado a la comunidad interamericana a mantener una vigilancia activa frente a la creciente crisis institucional en Venezuela y a activar de manera coordinada los canales diplomáticos, tanto bilaterales como multilaterales.