La confianza del mercado se dispara tras las declaraciones de Jerome Powell, llevando el precio del oro a nuevos récords.
El oro ha alcanzado un nuevo hito histórico, con su precio al contado subiendo a $2.482,29 por onza, un reflejo de la confianza del mercado en la inminente reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Este incremento récord se produce en un contexto de desaceleración de la inflación y datos económicos poco alentadores, que han llevado a los inversores a buscar refugio en el metal precioso.
El impulso provino de las recientes declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell, quien indicó que no esperarán a que la inflación alcance el 2% antes de reducir las tasas. «Buscamos tener una mayor confianza en que la inflación regresará al nivel del 2%», afirmó Powell, señalando que la Fed está preparada para actuar antes debido al retraso en los efectos de las políticas monetarias. Esta postura ha sido bien recibida por el mercado, generando un aumento significativo en la demanda de oro.
El lunes, Powell explicó que las tasas de interés podrían reducirse en septiembre, lo que ha avivado las expectativas de los inversores. Según la herramienta CME FedWatch, existe una alta probabilidad de que la Fed realice un recorte, lo cual ha impulsado aún más el precio del oro. Los futuros del oro también alcanzaron un récord, situándose en $2.478,4 por onza.
Daniel Hynes, estratega senior de commodities de ANZ, comentó: «El movimiento ha sido impulsado por señales de desaceleración de la inflación, seguido de datos económicos débiles.» Estas condiciones han fortalecido al oro, que sigue siendo visto como un refugio seguro en tiempos de incertidumbre.
Vivek Dhar, director de investigación de minería y energía del Commonwealth Bank of Australia, destacó la capacidad del oro para mantenerse fuerte: «Es notable la capacidad del oro para encontrar soporte en cualquier condición este año.» A pesar de un dólar estadounidense más fuerte, las expectativas de recortes en las tasas federales han beneficiado al oro, y se proyecta que los precios podrían superar los $2.500 por onza a finales de año.
El contexto global también ha jugado un papel importante en este ascenso. Las crecientes tensiones en Oriente Medio y las compras de lingotes por parte de bancos centrales han aumentado la demanda del metal. La inflación mensual disminuyó en junio por primera vez en más de cuatro años, un dato que ha sido recibido con optimismo por el mercado.
La capacidad del oro para mantener su valor en tiempos de volatilidad y la creciente demanda en el contexto de una posible reducción de tasas de interés han llevado a este nuevo récord. Los inversores continúan viendo al oro como un refugio seguro, y con la posibilidad de que los precios sigan subiendo, el metal precioso sigue brillando en el mercado global.