El presidente venezolano y su mano derecha utilizan uniformes militares para enviar un mensaje firme contra la oposición
En el marco del aniversario número 87 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Nicolás Maduro se presentó ante las cámaras vestido con rangos militares, a pesar de no tener formación ni experiencia en el ámbito castrense. Maduro utilizó esta oportunidad para enviar un contundente mensaje contra la oposición, a la que acusa de fomentar el fraude electoral y buscar desestabilizar su gobierno.
La aparición de Maduro con uniforme de la GNB no fue el único despliegue de simbolismo militar. Diosdado Cabello, el número dos del régimen, también se mostró con la indumentaria de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), a pesar de estar retirado desde hace años. Este gesto, según analistas, busca reforzar la imagen de autoridad y control absoluto sobre el aparato estatal.
Maduro aprovechó su discurso para atacar a las redes sociales, pidiendo una regulación estricta de plataformas como TikTok e Instagram, a las que acusó de ser «multiplicadoras del odio y el fascismo». Señaló que estas redes están involucradas en campañas de acoso cibernético y deben ser controladas para mantener la estabilidad del país.
Además, Maduro trazó paralelismos entre la actual situación y los intentos de desestabilización de 2019 liderados por Juan Guaidó desde Colombia. Hizo un llamado a la lealtad inquebrantable de las fuerzas armadas, asegurando que «jamás este bastón de mando caerá en manos de traidores, oligarcas y fascistas».
Durante la ceremonia, Maduro ascendió a varios oficiales de la GNB y rindió homenaje a los uniformados heridos en las recientes manifestaciones contra los resultados electorales, que lo proclamaron como presidente reelecto. También expresó sus condolencias a las familias de dos guardias nacionales fallecidos en las protestas, utilizando estos eventos para reforzar su narrativa de resistencia ante enemigos internos y externos.
El acto también incluyó críticas hacia figuras internacionales como Elon Musk y Javier Milei, a quienes Maduro acusó de estar asociados a «sectas satánicas» y describió como amenazas para la humanidad. Maduro afirmó que Musk, con sus símbolos «diabólicos», y Milei, representan un complot global orquestado por el poder estadounidense para desestabilizar naciones.
“Esta es una lucha espiritual entre el bien y el mal, entre el odio y el engaño”, declaró Maduro, reafirmando su postura contra lo que él percibe como líderes adversarios ideológicos.