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El PCV acusa al Gobierno de implementar una «política de terror» tras elecciones

El Partido Comunista de Venezuela denuncia la represión estatal y las violaciones a los derechos humanos en respuesta a las protestas post-electorales.

El Partido Comunista de Venezuela (PCV) ha lanzado este martes duras críticas contra el Gobierno de Nicolás Maduro, acusándolo de llevar a cabo una “política de terror” en los sectores populares del país tras las protestas surgidas a raíz del anuncio de los resultados de las elecciones del 28 de julio. En una contundente nota de prensa, Oscar Figuera, secretario general del PCV, denunció que estas tácticas represivas se apoyan en “operaciones psicológicas y de propaganda” cuyo objetivo es “no solo neutralizar las protestas populares, sino también imponer una peligrosa matriz de opinión en la que defender la soberanía popular se equipara con el fascismo”, según reporta la agencia Efe.

El PCV rompió su alianza con el Gran Polo Patriótico, la coalición liderada por Maduro, en 2020, marcando un distanciamiento significativo del partido comunista con el actual gobierno. “Defender la Constitución y el Estado de derecho no es fascismo”, afirmó Figuera, condenando el despliegue masivo de fuerzas policiales y militares en los barrios populares, una acción que, según él, ha implicado “claras violaciones a los derechos humanos y al debido proceso”.

Las críticas del PCV se suman a un coro creciente de voces nacionales e internacionales que cuestionan las tácticas del gobierno venezolano para manejar el descontento público. Desde las elecciones del 28 de julio, que declararon a Nicolás Maduro como vencedor, el país ha sido testigo de intensas protestas que han sido reprimidas con mano dura. Organizaciones de derechos humanos han documentado numerosas detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza y otras violaciones graves.

En su comunicado, Figuera insistió en que la verdadera intención del gobierno es crear un ambiente de miedo y represión que silencie cualquier forma de disidencia. “Estamos viendo un uso sistemático de la violencia estatal para reprimir y castigar a aquellos que se atreven a alzar su voz en defensa de sus derechos”, señaló.

La respuesta del gobierno a las protestas ha sido ampliamente criticada por la comunidad internacional, con llamados a una mayor transparencia y respeto por los derechos humanos.