Mulino mueve ficha en la crisis venezolana: Prepara cumbre internacional

MULINO

El presidente de Panamá reconfigura su estrategia y busca reunir a líderes en República Dominicana para abordar la crisis en Venezuela, mientras Iván Duque lanza una advertencia contundente sobre las maniobras del régimen chavista.

En un giro inesperado pero cargado de intención, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha lanzado la propuesta de trasladar la cumbre regional sobre la crisis venezolana a República Dominicana, justo cuando los líderes del continente se reúnan para la asunción del segundo mandato de Luis Abinader. Mulino, lejos de quedarse en la comodidad de sus oficinas, está moviendo las piezas de un ajedrez diplomático que podría definir el futuro de Venezuela, donde la palabra «democracia» ha sido poco más que una ilusión en los últimos años.

«Estamos tratando de hacer esta reunión. Ya tenemos 6 o 7 presidentes confirmados para venir a Panamá, pero dado que todos coincidiremos en República Dominicana, ¿por qué no aprovechar la oportunidad?», dijo Mulino, consciente de que este movimiento podría ser clave para mantener la presión sobre Nicolás Maduro y su gobierno.

Pero no todos están convencidos de que esta cumbre sea la solución. Iván Duque, exmandatario colombiano y un crítico feroz de Maduro, lanzó una advertencia que retumba en los oídos de aquellos que se sienten tentados por el diálogo: «Cuidado con darle tiempo y oxígeno al dictador». Para Duque, la cumbre debe ser algo más que una reunión diplomática; debe ser un foro donde los defensores de la democracia se unan para cortar de raíz las artimañas de un régimen que, según él, no merece más que condena y acción contundente.

«Tres gobernantes que no han llamado a Maduro dictador, que han validado al régimen y que han guardado silencio frente a la persecución dantesca de la resistencia democrática, quieren resolver la situación de Venezuela. Ojo con la trampa de darle tiempo y oxígeno al dictador», disparó Duque desde su cuenta en X.

Mulino, por su parte, ha tratado de posicionar la cumbre como un esfuerzo genuino por encontrar una salida a la crisis. «No se trata de figuración, se trata de solución», insistió el mandatario panameño, subrayando que la reunión puede ser en Panamá, República Dominicana o incluso en Costa Rica, pero lo importante es que se haga y se mantenga el foco en Venezuela.

El respaldo de Mulino a la mediación de Colombia, Brasil y México, tres países que han intentado navegar las aguas turbias de la diplomacia con el régimen chavista, no ha pasado desapercibido. Aunque estos gobiernos no votaron a favor de la resolución en la OEA, Mulino cree que su cercanía con Maduro podría ser la clave para desatar el nudo gordiano que ha sido la crisis venezolana.

La pregunta que queda en el aire es si esta cumbre logrará lo que tantas otras no han podido: encontrar una solución a la eterna crisis venezolana.

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