El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denuncia la detención de más de 1.200 manifestantes, incluyendo niños y adolescentes, tras las elecciones del 28 de julio.
La crisis en Venezuela sigue intensificándose, y esta vez el llamado de atención proviene del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, quien este viernes exigió la «liberación inmediata» de todas las personas que han sido «detenidas arbitrariamente» en el país. La declaración se produce en medio de crecientes tensiones tras las controvertidas elecciones presidenciales del 28 de julio, que culminaron con la proclamación de Nicolás Maduro como presidente, un resultado ampliamente rechazado por la oposición y buena parte de la comunidad internacional.
La portavoz de Turk, Liz Throssell, expresó en una conferencia de prensa la preocupación de la oficina de derechos humanos de la ONU por los «numerosos casos de detención arbitraria de manifestantes pacíficos, incluyendo niños y adolescentes, así como periodistas, miembros de partidos políticos, defensores de los derechos humanos y otras voces consideradas disidentes».
Esta situación, según la ONU, es inaceptable y debe ser rectificada de inmediato.
«Todos estamos monitoreando muy, muy de cerca, como pueden imaginar», señaló Throssell, agregando que «todos tienen derecho a protestar pacíficamente y expresar sus puntos de vista libremente y sin miedo, incluyendo en relación con el proceso electoral que ha tenido lugar».
Según el último informe de la ONG Foro Penal, al menos 1.263 personas han sido detenidas durante las protestas postelectorales, incluyendo 114 adolescentes y 16 personas con discapacidad. De estas detenciones, 160 corresponden a mujeres y cinco a ciudadanos de comunidades indígenas, lo que subraya la amplitud de la represión estatal. El estado con el mayor número de detenciones es Distrito Capital, con 230 arrestos, seguido de Carabobo con 197 y Anzoátegui con 114.