El actor venezolano expresa su miedo y dolor por la situación en su país, acusando al gobierno de Maduro de «robarse las elecciones» y «escupir» en la cara de los venezolanos.
El reconocido actor venezolano Édgar Ramírez, una de las voces más firmes y visibles en Hollywood contra el gobierno de Nicolás Maduro, ha vuelto a alzar su voz para denunciar la crítica situación que atraviesa su país, especialmente tras las elecciones presidenciales y la ola de protestas que ha seguido. En una entrevista con Variety, Ramírez calificó de «horrible» lo que está sucediendo en Venezuela y expresó su profundo temor por la seguridad de sus familiares y amigos que aún residen en el país.
«Por supuesto que tenemos miedo. Todos tenemos miedo. Están tomando medidas enérgicas contra la gente. Hasta el día de hoy, 22 personas han sido asesinadas, más de 1.000 han sido detenidas por la fuerza y básicamente secuestradas», detalló Ramírez, evidenciando la represión que enfrenta la población venezolana en su lucha por la democracia. El actor también hizo un llamado a Estados Unidos y al mundo para que presten atención a lo que sucede en Venezuela, subrayando que es «horrible que esté sucediendo en el mundo de hoy».
El dolor del exilio es un tema que Ramírez siente profundamente. Aunque desearía regresar a su país natal, admite que no puede hacerlo debido a su postura pública contra Maduro y su gobierno. «Duele. La pena capital para los antiguos griegos no era la muerte, sino el exilio. Te conviertes en un zombi emocional en cierto modo», confesó. Ramírez reflexionó sobre la delicada situación de la inmigración, señalando que «nadie quiere dejar el mundo que conoce».
En su entrevista, Ramírez no se guardó palabras al momento de criticar al chavismo, acusándolo de «escupir» en la cara de los venezolanos y de «robarse las elecciones». «Hemos estado en las calles. Hemos hecho todo lo posible para ejercer el sistema con el que todos fuimos criados, que es un sistema democrático. Este régimen simplemente escupe en la cara de los venezolanos», sentenció. Además, criticó la negativa del gobierno a mostrar las actas y las pruebas que, según él, demuestran el fraude electoral, lo que consideró como «un pésimo precedente para toda la región».