La UE respalda al opositor en medio de la tormenta política y pide transparencia total en los resultados electorales.
La Unión Europea ha levantado la voz y apunta con determinación a un nuevo protagonista en la narrativa venezolana: Edmundo González Urrutia. Según el bloque europeo, el opositor «parece ser» el triunfador de las elecciones presidenciales del 28 de julio, una afirmación basada en las actas publicadas por la oposición y confirmada por los 27 Estados miembros.
«En base a las actas publicadas por la oposición, como he anunciado en nombre de la UE en una declaración acordada por los 27 Estados miembros, Edmundo González Urrutia parece ser el ganador de las elecciones presidenciales por una mayoría significativa», señala con firmeza Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea.
Este respaldo de Europa no es solo una postura política, sino un llamado a la acción. Con un tono que combina la diplomacia con la exigencia, la UE ha sido clara: es urgente que se publiquen las actas y que estas sean sometidas a una verificación independiente. «La única manera de garantizar la integridad de los resultados electorales de acuerdo con la soberanía popular», dice Europa, es mediante un proceso transparente que respete la voluntad del pueblo venezolano.
El Centro Carter, un observador imparcial de peso, también fue considerado en la evaluación europea, lo que refuerza la seriedad del pronunciamiento. Sin embargo, no todos los caminos sugeridos para resolver la controversia han sido bien recibidos por el bloque. En un dardo directo al gobierno, la UE cuestiona la decisión de acudir al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para resolver la disputa. «Este no es el proceder habitual de acuerdo con el ordenamiento constitucional venezolano», subrayan con firmeza los europeos.
Apoyando esta visión, los cancilleres de Brasil, Colombia y México han recordado que el Consejo Nacional Electoral (CNE) es el único órgano legalmente autorizado para divulgar los resultados, y cualquier desvío de este protocolo constitucional solo añade más leña al fuego de la incertidumbre.
Finalmente, en un tono que no deja espacio para la ambigüedad, los 27 Estados miembros han exigido el cese inmediato de «las detenciones arbitrarias y la represión», subrayando que cualquier intento de silenciar la disidencia solo profundiza la crisis y aleja a Venezuela de un futuro pacífico y democrático.