El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, opta por no dialogar con Lula y Petro sobre la situación en Venezuela, esperando que el Tribunal Supremo de Justicia resuelva primero.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha decidido mantenerse al margen, al menos por ahora, de las conversaciones sobre la crisis política en Venezuela que surgió tras las controvertidas elecciones presidenciales del 28 de julio. En su conferencia mañanera de este martes en Palacio Nacional, AMLO aclaró que no tiene planes inmediatos de dialogar con sus homólogos de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro, sobre la situación en Venezuela.
“Ahora no, porque vamos a esperar a que resuelva el Tribunal (de Venezuela)”, dijo López Obrador, refiriéndose al proceso de revisión que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela está llevando a cabo sobre los documentos presentados por organizaciones políticas y excandidatos. Este proceso es crucial para la «validación» final de las elecciones, en las que la oposición sostiene que Edmundo González Urrutia fue el verdadero ganador.
Mientras tanto, el presidente de Brasil, Lula, ha sugerido que una “segunda vuelta” podría ser una solución para disipar las dudas que persisten sobre los resultados de los comicios. A pesar de las crecientes expectativas y tensiones, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela aún no ha publicado los resultados detallados de las elecciones, lo que mantiene en vilo a la comunidad internacional.
AMLO, conocido por su política de no intervención en los asuntos internos de otros países, ha decidido seguir esa línea en este caso, optando por esperar a que el TSJ emita su veredicto antes de considerar cualquier intervención diplomática.