El alto representante de la UE y el canciller colombiano exigen un proceso electoral transparente en Venezuela, mientras llaman a un diálogo que respete la voluntad del pueblo.
En medio de la creciente tensión en Venezuela, Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, y Luis Gilberto Murillo, canciller de Colombia, han decidido tomar un camino claro: exigir transparencia y diálogo en un país que parece caminar sobre una cuerda floja. Este martes, ambos líderes conversaron sobre la situación en Venezuela, destacando la imperiosa necesidad de una solución que no solo sea dialogada, sino también democrática y verificable.
Borrell, que no ha dudado en mostrar su postura firme, compartió en su cuenta de X, antes Twitter, que durante la conversación ambos coincidieron en la crucial importancia de respaldar esfuerzos que lleven a Venezuela hacia una «solución dialogada y democrática a la crisis». Pero esto, según los líderes, no es posible sin un elemento clave: la transparencia en los resultados electorales.
«No se trata solo de diálogo, sino de un diálogo con garantías», subrayó Borrell, insistiendo en la necesidad de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) publique y verifique las actas electorales del 28 de julio. Para Borrell, este paso es fundamental para restaurar la confianza en un proceso que ha sido cuestionado tanto dentro como fuera de Venezuela.
La conversación entre Borrell y Murillo no solo giró en torno a la transparencia electoral, sino también a la urgencia de poner fin a la represión en el país. «En conversación con Edmundo González he reafirmado la posición de la UE: publicación y verificación de actas, fin a la represión y necesidad de un diálogo con garantías que refleje la voluntad popular», puntualizó Borrell. La represión, según el político español, es un obstáculo insalvable para cualquier intento de diálogo genuino.
Murillo, por su parte, ha estado en contacto constante con otros líderes internacionales, incluidos el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, subrayando la necesidad de un enfoque coordinado para abordar la crisis en Venezuela. Tanto Borrell como Murillo coinciden en que la comunidad internacional no debe bajar la guardia y que la transparencia electoral debe ser la piedra angular de cualquier avance hacia la resolución de la crisis.
Mientras tanto, el reloj sigue corriendo en Venezuela, y las expectativas internacionales sobre cómo se manejará esta situación están en su punto más alto. Borrell y Murillo han dejado claro que cualquier solución que no incluya transparencia y respeto a los derechos humanos estará condenada al fracaso.