El Gobierno venezolano rechaza las críticas del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, acusándolo de ignorar la violencia y promover la inestabilidad en el país.
Este miércoles, el Gobierno de Venezuela respondió con dureza a las declaraciones del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, quien había criticado las recientes iniciativas legislativas de la Asamblea Nacional relacionadas con la regulación de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y las medidas para combatir el fascismo y el nazismo en el país.
En un comunicado oficial, las autoridades venezolanas calificaron las afirmaciones de Turk como «destempladas» y lo acusaron de favorecer a «hordas violentas» que, según el gobierno, han atentado contra la paz y el bienestar de los ciudadanos.
“El alto comisionado ignora deliberadamente los actos de violencia perpetrados en el país, que incluyen asesinatos y ataques a escuelas y hospitales, mientras se rinde ante quienes promueven un posible golpe de Estado”, señala el comunicado.
El Gobierno venezolano asegura que las leyes que está implementando son similares a las que existen en la mayoría de los países del mundo para protegerse de ideologías extremistas y que la regulación de las actividades de las ONG es necesaria para garantizar el bienestar del pueblo. “No somos una excepción en la comunidad internacional. La regulación y supervisión de las ONG es una práctica común que busca salvaguardar la paz y el orden público”, argumenta el comunicado.
Además, el gobierno de Nicolás Maduro hizo un llamado directo a Turk para que “abandone su actitud provocadora y se una a la lucha contra la violencia de la ultraderecha en el país”.