El Panel de Expertos de la ONU cuestiona la gestión del CNE en los comicios del 28 de julio, destacando fallos en la transparencia y el impacto en la confianza del electorado.
Las recientes elecciones presidenciales en Venezuela cada día están más en el ojo del huracán, esta vez por un informe preliminar del Panel de Expertos Electorales de las Naciones Unidas, publicado este martes. El documento no escatima en críticas, destacando que el Consejo Nacional Electoral (CNE) falló en cumplir con las medidas básicas de transparencia e integridad, elementos esenciales para unas elecciones creíbles.
“El proceso de gestión de los resultados por parte del CNE no cumplió con las disposiciones legales regulatorias y no respetó los plazos establecidos en el cronograma electoral”, subrayó el informe presentado ante la Secretaría General de la ONU. Esta omisión por parte del órgano electoral, según el panel, ha tenido un impacto negativo profundo en la confianza del electorado venezolano, que ahora se encuentra dividido y escéptico ante los resultados.
El 28 de julio estuvo marcado por un ambiente mayormente pacífico. El panel de expertos resaltó que la jornada electoral fue “bien organizada logísticamente”, con un sistema de votación electrónica que calificaron como “bien diseñado” y “confiable”. No obstante, las primeras horas de optimismo se vieron opacadas cuando la transmisión electrónica de los resultados, que había funcionado correctamente al principio, se detuvo bruscamente después del cierre de los centros de votación. El CNE atribuyó la interrupción a un ciberataque, pero esta explicación no convenció al panel.
“En la experiencia del Panel, el anuncio del resultado de una elección sin la publicación de sus detalles o la divulgación de resultados tabulados a los candidatos no tiene precedente en elecciones democráticas contemporáneas”, sentenció el informe. Esta falta de precedentes y la ausencia de transparencia alimentaron la desconfianza entre una gran parte del electorado.
El informe también destacó la cancelación de tres auditorías postelectorales claves, entre ellas la del sistema de comunicación, que podría haber arrojado luz sobre la naturaleza de los problemas técnicos enfrentados. A pesar de estas deficiencias, el CNE procedió a declarar a Nicolás Maduro como ganador en la madrugada del 29 de julio, con 5.150.092 votos (51,2%), seguido por Edmundo González, quien obtuvo 4.445.978 votos (44,2%). Sin embargo, esta proclamación, basada en la supuesta recepción de más del 80% de las mesas de votación, fue realizada sin ningún respaldo infográfico, y hasta la fecha, no se han publicado resultados desglosados por mesa, como lo exige la ley electoral venezolana.
El panel no solo se encontró con obstáculos durante su misión. A pesar de haber solicitado formalmente una reunión con la junta directiva del CNE, esta nunca se materializó. Esto, sumado a la imposibilidad de reunirse con los rectores del consejo antes de partir de Venezuela, dejó en el aire muchas preguntas sin respuesta.
En su informe, los expertos de la ONU mencionaron que, en el marco del Acuerdo de Barbados y bajo invitación del CNE, cuatro expertos electorales se desplegaron en Venezuela desde inicios de julio para llevar a cabo su veeduría. Su misión era clara: “seguir de cerca y reportar internamente” al secretario general de la ONU sobre el proceso electoral, además de ofrecer recomendaciones para futuros comicios.
Sin embargo, el informe no se detuvo en el día de las elecciones. El período preelectoral también fue objeto de análisis, y los hallazgos son igualmente preocupantes. El panel documentó “continuas restricciones al espacio cívico y político”, lo que afectó la equidad del proceso. Además, señalaron que la campaña del gobierno “dominó” los medios de comunicación estatales, dejando poco espacio para los candidatos de la oposición, que enfrentaron un acceso limitado y numerosas restricciones para postularse a cargos públicos.
“A pesar de la ausencia de igualdad de condiciones, el período preelectoral se desarrolló de manera pacífica, en medio de un entusiasmo renovado”, reconoció el panel. Esta observación contrasta con las críticas sobre la falta de transparencia y equidad durante todo el proceso electoral.
El informe concluyó subrayando la importancia de los protocolos de seguridad implementados por el CNE, que incluían códigos QR y firmas físicas para garantizar la autenticidad de los resultados. Sin embargo, el panel también recibió informes sobre impedimentos a los agentes de la oposición para obtener copias de las actas, lo que una vez más sembró dudas sobre la transparencia del proceso.
A pesar de estos desafíos, el panel confirmó que las actas de la oposición publicadas en una página web el 29 de julio mostraban todos los dispositivos de seguridad necesarios, lo que sugiere que una medida de salvaguardia clave podría estar disponible para validar los resultados oficiales.