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AMLO se distancia de Lula: «No es prudente pedir nuevas elecciones en Venezuela»

Mientras Lula presiona por una salida rápida a la crisis en Venezuela, López Obrador prefiere la cautela y deja la resolución en manos del tribunal electoral.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha optado por un enfoque que podría sorprender a quienes esperaban un respaldo a las recientes declaraciones de su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre la crisis postelectoral en Venezuela. En lugar de sumarse al coro que exige nuevas elecciones en el país sudamericano, AMLO ha decidido desmarcarse, argumentando que no es «prudente» que un gobierno extranjero intervenga en un asunto que, en su opinión, compete exclusivamente a los venezolanos.

«Vamos a ver qué resuelve el tribunal», declaró López Obrador este jueves, en una clara muestra de su preferencia por la cautela en temas internacionales delicados. «Es que no creo que sea prudente el que nosotros de afuera, un gobierno extranjero, sea quien sea, opinemos sobre algo que corresponde resolver a los venezolanos», añadió, poniendo un freno a cualquier expectativa de que México apoye la propuesta de nuevas elecciones sugerida por Lula.

La declaración de AMLO llega en un momento en que Lula da Silva ha estado intensificando sus esfuerzos para encontrar una salida a la crisis en Venezuela, sugiriendo la formación de un gobierno de coalición o la celebración de nuevas elecciones como posibles soluciones. Lula, en una entrevista con Radio T, señaló que Maduro «sabe que está debiendo una explicación a todo el mundo» y que Brasil, junto con México y Colombia, está buscando soluciones. Sin embargo, López Obrador negó haber tenido conversaciones recientes con Lula más allá de la discusión que mantuvieron el 1 de agosto junto con Gustavo Petro.

AMLO fue firme al reiterar la postura de México: esperar a que el tribunal electoral venezolano se pronuncie. «Vamos a actuar con prudencia», insistió. Aunque no ha reconocido oficialmente la victoria de Nicolás Maduro, el presidente mexicano tampoco ha mostrado simpatía hacia el reconocimiento de Edmundo González Urrutia por parte de algunos gobiernos y organismos internacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA) y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.

«Existen principios y nosotros queremos tener buenas relaciones con todos los pueblos, y no es nada más un asunto de gobiernos, es un asunto de pueblos, y con prudencia», subrayó López Obrador, criticando lo que percibe como una actitud tendenciosa desde el inicio de este asunto. A pesar de ello, se cuidó de no tomar partido abiertamente, reafirmando que la Constitución mexicana prohíbe la intervención en los asuntos internos de otros países.

«No estamos a favor ni de uno ni de otro», aclaró AMLO, dejando claro que su único interés es que «todo se resuelva de manera pacífica, que no haya violencia».