Los presidentes de Colombia y Brasil proponen un gobierno de coalición o nuevas elecciones para resolver la crisis postelectoral en Venezuela.
La crisis política en Venezuela sigue generando tensiones a nivel regional, y los presidentes de Colombia y Brasil han decidido tomar cartas en el asunto, proponiendo caminos para una posible solución. Gustavo Petro, presidente de Colombia, y Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, han lanzado mensajes contundentes a Nicolás Maduro, enfatizando la necesidad de una salida política que devuelva la paz y la estabilidad a Venezuela.
Petro, utilizando su cuenta en X, antes conocida como Twitter, sugirió que Maduro tiene en sus manos la posibilidad de guiar a Venezuela hacia un futuro más prometedor. «De Nicolás Maduro depende una solución política para Venezuela que lleve paz y prosperidad a su pueblo. La experiencia del Frente Nacional colombiano es una experiencia que usada transitoriamente puede ayudar a la solución definitiva», escribió. En su mensaje, enumeró propuestas concretas: el levantamiento de todas las sanciones contra Venezuela, una amnistía general nacional e internacional, garantías totales para la acción política, la formación de un gobierno de cohabitación transitorio, y la convocatoria de nuevas elecciones libres.
Por su parte, Lula da Silva reiteró la necesidad de transparencia en los resultados de las elecciones venezolanas del 28 de julio. Durante una entrevista en Radio T, el presidente brasileño subrayó que «hasta ahora» no se sabe quién ganó los comicios debido a la falta de divulgación de las actas y la imposibilidad de verificar los resultados de manera independiente. Lula fue claro al afirmar que Maduro, proclamado vencedor por el Consejo Nacional Electoral (CNE), “sabe que está debiendo una explicación a todo el mundo”.
Lula propuso dos posibles caminos para salir de la crisis: la formación de un gobierno de coalición que incluya tanto a miembros del chavismo como de la oposición, o la celebración de nuevas elecciones con un comité electoral que cuente con la participación de la oposición y observadores internacionales. «Maduro tiene seis meses de mandato. Si tiene sentido común, incluso podría convocar unas nuevas elecciones», sugirió el presidente brasileño.
Estas declaraciones reflejan un cambio en la relación de Lula con Maduro, la cual él mismo admitió que se ha «deteriorado» debido al estado actual de la política venezolana. El cuestionado triunfo de Maduro para un tercer mandato consecutivo ha sido rechazado por la oposición venezolana, así como por varios gobiernos extranjeros y grupos de veeduría internacional, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre y tensión.
Desde que se conocieron los resultados, los gobiernos de Brasil, Colombia y México han estado en contacto para buscar una solución a la crisis venezolana. Estos líderes latinoamericanos están apostando por una salida negociada que permita restaurar la confianza en el proceso político y electoral en Venezuela, y evitar que el país siga hundiéndose en el caos.