Un informe revela que el 80% de las protestas tras las elecciones se concentraron en zonas populares, mientras el gobierno intensifica la represión con la «Operación Tun Tun».
En un ambiente de creciente tensión y desesperación, los barrios populares de Caracas y Miranda se han convertido en el epicentro de una ola de protestas masivas que desafían directamente la proclamación de Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Según un informe publicado por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), el 80% de las manifestaciones post-electorales en estas regiones se registraron en zonas tradicionalmente leales al chavismo, revelando un malestar profundo y generalizado.
El documento del OVCS, hecho público el 14 de agosto, advierte sobre «el fortalecimiento y afianzamiento de un modelo represivo», que, según la organización, ha alcanzado niveles no vistos desde la represión de protestas en 2019. Entre el 29 y 30 de julio, justo después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara la victoria de Maduro, se registraron 915 protestas en todo el país, con 192 de ellas concentradas en Caracas y Miranda. «Al analizar la distribución geográfica se observó que el 80% de las protestas se concentró en zonas pobres y populares, tradicionalmente afectas al gobierno», destaca el informe.
Municipios como Libertador y Sucre en la capital venezolana fueron testigos de manifestaciones masivas donde los ciudadanos expresaron su rechazo al resultado electoral. Estas protestas fueron respaldadas por líderes opositores como María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, quienes desconocieron el triunfo de Maduro y publicaron el 80% de las actas de sus testigos, asegurando que la victoria correspondía al diplomático González Urrutia.
El informe del OVCS también denuncia que el 75% de las protestas reprimidas ocurrieron en barrios pobres, lo que sugiere, según la organización, una «estrategia deliberada para silenciar a quienes más sufren las consecuencias de la emergencia humanitaria compleja». Esta represión ha resultado en 23 muertes documentadas, 10 de ellas en Caracas y Miranda, con todas las víctimas ubicadas en zonas populares.
Una de las tácticas más alarmantes de este modelo represivo es la «Operación Tun Tun», una campaña de terror estatal que lleva el miedo directamente a los hogares de los más vulnerables. «La siniestra ‘Operación Tun Tun’ ha llevado el terror estatal directamente a los hogares de los más vulnerables. Esta campaña de intimidación incluye allanamientos ilegales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y una persecución política que recuerda a los regímenes más oscuros de la historia latinoamericana», denunció el OVCS.