En un evento en Maryland, Biden y Harris se presentan como el dúo que unirá a los demócratas y desafiará a Trump en las próximas elecciones.
En un escenario donde la energía y la camaradería eran palpables, Joe Biden y Kamala Harris se reunieron por primera vez en público desde que Harris asumió el liderazgo de la candidatura demócrata para las elecciones de noviembre. El evento, celebrado el jueves en un colegio en Maryland, cerca de Washington, se convirtió en un símbolo de unidad para el Partido Demócrata, mientras el dúo se prepara para enfrentar al republicano Donald Trump.
“¡Gracias, Joe!” resonaba entre el público, mientras Biden se llevaba una ovación al destacar su papel en la negociación de un acuerdo clave para reducir los precios de los medicamentos bajo el programa Medicare. Sin embargo, la estrella indiscutible de la noche fue Kamala Harris, cuya popularidad ha crecido vertiginosamente desde que asumió la candidatura, logrando unir a los demócratas y, según las encuestas, superando a Trump con un 42% frente a un 41%.
Biden, a sus 81 años, parecía revitalizado en este evento, adoptando con gracia el rol de mentor. «Puede ser una gran presidenta», dijo sobre Harris, subrayando la confianza que tiene en su sucesora. Esta demostración pública de respaldo no solo buscó reforzar la imagen de un partido unido, sino también pasar la antorcha de manera oficial a Harris, quien será confirmada como la candidata demócrata en la convención del partido la próxima semana en Chicago.
Mientras Biden y Harris compartían el escenario en Maryland, Trump se encontraba en su club de golf en Nueva Jersey, intentando recuperar el impulso de su campaña, que ha sufrido desde la retirada de Biden el 21 de julio. La salida de Biden, impulsada por preocupaciones dentro del partido sobre su salud y edad, le dio a Harris la oportunidad de destacarse y capitalizar la narrativa de cambio generacional dentro del Partido Demócrata.
El evento también tuvo su momento de humor cuando Biden, en una broma que hizo reír al público, fingió olvidar el nombre de Trump, llamándolo «Donald Dump (basurero)». Este guiño cómico, aunque ligero, sirvió para distanciarse de la retórica divisiva que ha caracterizado la campaña de Trump.
El futuro de la campaña de Harris comenzará a tomar forma este viernes, cuando la vicepresidenta exponga los detalles de su programa económico. Se espera que Harris se mantenga fiel a la agenda económica de Biden, mientras intenta marcar su propio camino y abordar las preocupaciones de los votantes sobre la inflación post-pandemia.
Con el apoyo de Biden y un partido que se alinea detrás de ella, Harris se prepara para enfrentar la batalla política más importante de su carrera, con la mirada puesta en la Casa Blanca y el desafío de mantener a los demócratas unidos en un momento crucial para la política estadounidense.