La líder opositora destroza las propuestas de nuevas elecciones, advirtiendo que la realidad venezolana no se soluciona con fórmulas políticas importadas.
María Corina Machado, líder de la oposición, no ha dejado lugar a dudas sobre su postura: Venezuela no es un país para experimentos electorales. Ante la propuesta de nuevas elecciones sugerida por Gustavo Petro y respaldada por Luiz Inácio Lula da Silva, la dirigente opositora ha sido tajante al afirmar que la situación en Venezuela no se presta a comparaciones fáciles ni a soluciones enlatadas.
«Este no es el caso de Venezuela», disparó Machado en su intervención en el podcast “Escuela de Nada”, recordando a quienes sugieren que un proceso electoral podría ser la llave mágica para resolver la crisis política del país. A diferencia de otros contextos donde la negociación y las urnas han funcionado, la realidad venezolana, según Machado, está enredada en actividades criminales que involucran directamente a los funcionarios del régimen.
Machado fue clara en su advertencia: «Hay que tener cuidado con los ejemplos a los que se hace referencia sobre gobiernos de coalición». En un dardo dirigido a las sugerencias de Lula da Silva, la líder opositora subrayó que las fórmulas políticas exitosas en otras naciones no son aplicables en Venezuela. Para ella, proponer nuevas elecciones no es solo una solución superficial; es, en sus palabras, una «falta de respeto a los venezolanos y al 28 de julio», una fecha que, según Machado, ha quedado marcada como un símbolo de la lucha por la democracia.
Lejos de quedarse en la crítica, Machado también dejó clara su visión de futuro: no busca venganza, sino una transición pacífica. A pesar de las diferencias y la complejidad del panorama, expresó su disposición a ofrecer garantías a quienes actualmente ocupan el poder, siempre que eso sirva para evitar una escalada de conflictos y abrir la puerta a una resolución pacífica.