Alain Delon, legendario actor francés, conocido como «el rostro perfecto del séptimo arte», falleció rodeado de sus seres queridos, dejando una huella indeleble en la historia del cine.
El cine francés ha perdido a uno de sus mayores tesoros. Alain Delon, el actor cuyo rostro y talento definieron una era del séptimo arte, falleció este domingo 18 de agosto a los 88 años. Su partida fue confirmada por el presidente Emmanuel Macron, quien rindió homenaje al hombre que, con su presencia magnética, revolucionó la pantalla grande.
En un comunicado publicado por AFP, los hijos de Delon, Alain Fabien, Anouchka y Anthony, informaron que el icónico actor murió en la madrugada, rodeado de sus seres queridos en su residencia de Douchy. El legendario actor padecía de un linfoma, una enfermedad que afecta a los ganglios linfáticos, y su salud había ido deteriorándose desde que sufrió un accidente cerebrovascular en 2019.
Delon, cuya carrera comenzó en 1957 con Quand la femme s’en mêle, rápidamente ascendió a la cima del cine mundial. A lo largo de su vida, protagonizó una serie de películas que se convirtieron en clásicos indiscutibles, como Purple Noon (1960), The Samurai (1967) y Le Cercle Rouge (1970). Su capacidad para encarnar personajes complejos, melancólicos y carismáticos lo convirtió en un ícono cultural, un símbolo de la seducción masculina, y una de las figuras más influyentes de la historia del cine.
El presidente Macron no escatimó en elogios al recordar a Delon, describiéndolo como más que una estrella, un «monumento francés». En sus redes sociales, Macron destacó los icónicos roles de Delon, afirmando: «Monsieur Klein o Rocco, el guepardo o el samurái, Alain Delon ha desempeñado papeles legendarios y ha hecho soñar al mundo. Prestando su rostro inolvidable para poner nuestras vidas patas arriba».
La vida de Delon no estuvo exenta de polémica. Después de retirarse del cine a finales de los años 90, fue objeto de atención mediática por problemas personales. Recientemente, sus tres hijos presentaron una denuncia contra su dama de compañía, Hiromi Rollin, acusándola de abusar de la debilidad de su padre, un episodio que ensombreció sus últimos años.
Nacido en Sceaux, Francia, en 1935, Delon sirvió en la Legión Extranjera antes de embarcarse en su carrera cinematográfica. Con su belleza singular y un carisma incomparable, Delon se convirtió rápidamente en un ícono de estilo y en una figura esencial del cine, atrayendo a más de 134 millones de espectadores a lo largo de su carrera.
Hoy, el cine llora la pérdida de un artista que no solo definió una era, sino que también dejó una huella imborrable en la cultura mundial. Alain Delon, el rostro perfecto del séptimo arte, será recordado por siempre como un gigante del cine, cuyo legado perdurará en la memoria de quienes fueron cautivados por su presencia en la pantalla.