El presidente venezolano acusa a Estados Unidos de utilizar a la OEA para atacar a Venezuela y critica a figuras de la oposición, como María Corina Machado y Edmundo González, así como a influencers y artistas.
En un discurso cargado de críticas y acusaciones, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvió a encender la escena política al arremeter contra la Organización de los Estados Americanos (OEA), opositores venezolanos e influencers que, según él, buscan desestabilizar el país. Durante un encuentro con la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Maduro acusó a Estados Unidos de «utilizar» a la OEA para atacar a Venezuela y calificó a la organización como «putrefacta» y «decadente».
«Vuelven a utilizar a Luis Almagro y a la OEA, pero esa película no la conocemos y con Venezuela no funciona«, destacó Maduro, en referencia al secretario general de la OEA. Según el mandatario, los intentos de desestabilización orquestados por esta organización «no tendrán éxito en el país», y aseguró que el pueblo venezolano está «derrotando» lo que describió como un intento de golpe de Estado «cibernético».
Maduro denunció una «saturación de odio» en el panorama político venezolano, señalando que los partidos tradicionales han sido reemplazados por lo que él llama «hegemonismo de una sola voz». Según Maduro, esta nueva forma de dominación es promovida por influencers que buscan desmovilizar a la población y generar miedo. «Han pretendido imponer el terror, pero este pueblo rebelde se ha alzado y se ha rebelado«, expresó, destacando la resistencia del pueblo venezolano frente a estas supuestas tácticas de intimidación.
En su discurso, Maduro no escatimó en críticas hacia figuras de la oposición, como María Corina Machado y Edmundo González, a quienes acusó de utilizar tácticas de intimidación y de estar «escondidos y fugitivos de la justicia». Según Maduro, María Corina Machado ha sido «abandonada» por sus propios votantes, mientras que Edmundo González «no aparece por ningún lado».
El mandatario también dedicó palabras duras a artistas como José Luis «El Puma» Rodríguez y Rubén Blades, a quienes calificó de «enemigos de Venezuela». Sin embargo, en un tono contradictorio, Maduro afirmó que «el cariño que siento por ellos se lo guardo igual», sugiriendo que las críticas de estos artistas son resultado de presiones externas.
Maduro no se detuvo allí. También dirigió sus críticas hacia un grupo de influencers venezolanos, a quienes acusó de estar alineados con la oposición. En particular, se refirió a Lele Pons, asegurando que desde la marcha de la oposición del 17 de agosto, la artista ha estado deprimida y, según él, ha pasado su tiempo «llorando». Maduro incluso mencionó que supuestamente tenía conversaciones con amigas de Pons en Telegram, insinuando una conexión personal con la situación.
Antes, siempre según Maduro, su esposa Cilia Flores y él tenían un grupo de WhatsApp con Pons y sus amigas.
El comediante George Harris tampoco escapó a las críticas de Maduro, quien lo acusó de haber pasado de hacer reír a la gente a propagar el odio y solicitar una intervención militar contra Venezuela.
El discurso de Maduro culminó con la afirmación de que Venezuela había logrado una «triple derrota» sobre los influencers de Miami, Edmundo González, y la oposición, declarando que el país vive una «gran victoria de paz y autoconfianza».