La absolución del número uno del mundo tras un positivo por clostebol desata críticas feroces de figuras como Nick Kyrgios y Denis Shapovalov.
El mundo del tenis ha sido sacudido por una controversia que pocos esperaban. Jannik Sinner, el italiano que ocupa la cima del ranking ATP, ha sido absuelto por un tribunal independiente después de dar positivo por clostebol en marzo de 2024. Mientras la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) concluyó que la sustancia ingresó a su organismo de manera involuntaria, las reacciones en el circuito no se hicieron esperar, y las críticas de algunos de sus colegas más destacados han sido feroces.
Nick Kyrgios, el siempre polémico australiano que ahora comenta partidos desde la cabina de televisión, no se guardó nada. «Es ridículo, ya sea accidental o planeado. Te hacen dos pruebas con una sustancia prohibida… Deberías estar fuera durante dos años. Tu rendimiento mejoró. Crema para masajes… Sí, está bien…», disparó Kyrgios en su cuenta de X, cuestionando la veracidad del fallo que exculpa al joven prodigio italiano.
La historia detrás del positivo de Sinner es, según la ITIA, un caso de contaminación accidental. Durante el Masters 1000 de Indian Wells, Sinner dio positivo por clostebol, un esteroide anabolizante prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Sin embargo, tras una exhaustiva investigación, se determinó que la sustancia llegó a su cuerpo a través de un miembro de su equipo, quien había aplicado un spray que contenía clostebol sobre una lesión en su mano antes de realizarle un masaje al tenista.
A pesar de la absolución, no todos en el circuito están convencidos. Denis Shapovalov, el canadiense que siempre se ha expresado sin tapujos, manifestó su desacuerdo: «No puedo imaginar lo que sienten ahora mismo todos los demás jugadores que fueron sancionados por sustancias contaminadas. Reglas diferentes para jugadores diferentes». El francés Lucas Pouille no tardó en respaldarlo: «¿Qué pasa con los jugadores que fueron baneados por solo tres inasistencias y nunca dieron positivo? Quizás deberían dejar de tomarnos por idiotas, ¿verdad?».
Sinner, por su parte, emitió un comunicado en el que expresó su alivio tras ser absuelto: “Voy a dejar ahora ese episodio difícil y lamentable en el pasado. Voy a continuar respetando el programa antidopaje de la ITIA, tengo a mi alrededor un equipo que es meticuloso en el respeto a las reglas”. No obstante, a pesar de la absolución, el tribunal determinó que debía devolver los puntos y las ganancias obtenidas en Indian Wells, en cumplimiento con las normas vigentes.
Liam Broady, el británico que también alzó la voz, expresó su preocupación por la rapidez con la que se resolvió el caso de Sinner: “Tanto si Sinner se dopaba como si no, esto no está bien. Muchos jugadores pasan por lo mismo y tienen que esperar meses o años para que se declare su inocencia. No tiene buena pinta”.
Karen Moorhouse, directora general de la ITIA, explicó en un comunicado que, tras analizar los detalles del caso, la organización aceptó la explicación del jugador sobre la procedencia del clostebol y concluyó que la presencia de la sustancia no fue intencionada. «Ello también fue aceptado por el tribunal», añadió.
Aunque Sinner ha logrado dejar atrás este episodio, el impacto en su imagen y en el debate sobre la justicia en el tenis está lejos de resolverse. La absolución del número uno del mundo ha dejado una nube de preguntas y un sabor amargo entre sus colegas, quienes se preguntan si realmente se está midiendo a todos con la misma vara.