El presidente de Paraguay advierte sobre los peligros de la situación en Venezuela y aboga por una América Latina respetuosa de los derechos humanos.
Desde el corazón de Centroamérica, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, ha lanzado un mensaje claro y contundente a la comunidad internacional: la situación política y social en países como Nicaragua, Venezuela y Cuba no puede ser ignorada. Durante una rueda de prensa en San José, Costa Rica, tras reunirse con su homólogo costarricense, Rodrigo Chaves, Peña enfatizó que la crisis en Venezuela es un problema que afecta a toda la región y debe ser abordado con «enorme preocupación».
Peña, en su visita oficial a Costa Rica, aprovechó para hacer una rememoración de los oscuros tiempos de la dictadura que asoló a Paraguay, destacando que la experiencia de su país le otorga una perspectiva única sobre la importancia de evitar que injusticias similares se repitan en América Latina. «Es vital reivindicar la posición de Paraguay en busca de una América Latina libre, soberana e independiente, pero sobre todo respetuosa de los derechos humanos y de las libertades», afirmó el mandatario.
El encuentro entre los líderes de Paraguay y Costa Rica culminó con un comunicado conjunto en el que expresaron su profunda inquietud por la situación en Venezuela, mostrando su solidaridad con el pueblo venezolano. Ambos hicieron un llamado a la comunidad internacional para que se respeten la voluntad popular y los derechos fundamentales, incluyendo el derecho a la protesta pacífica y la protección de la vida e integridad de los ciudadanos.
Las declaraciones de Peña se producen en un contexto en el que la comunidad internacional exige transparencia en los resultados de las elecciones venezolanas del 28 de julio. A pesar de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó la reelección de Nicolás Maduro, las actas de votación aún no han sido publicadas, lo que ha generado una ola de desconfianza. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) sostiene que su candidato, Edmundo González, fue el verdadero vencedor, y la falta de transparencia ha llevado a la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea a demandar la publicación inmediata de las actas y una verificación imparcial de los resultados.