El fiscal general denuncia un supuesto plan conspirativo de la oposición que incluye golpes de Estado fallidos, guerra civil y manipulación mediática desde el exterior.
El fiscal general Tarek William Saab acusó este miércoles a la oposición venezolana de liderar una “guerra híbrida” con el objetivo de desestabilizar al país desde hace años. Según Saab, esta estrategia, que ha evolucionado desde el fallido golpe de Estado de 2002, incluye una combinación de golpes de Estado, intentos de guerra civil y manipulación masiva de la opinión pública a través de las redes sociales.
Saab describió las redes sociales como una herramienta peligrosa, afirmando que están siendo utilizadas para “distorsionar” la verdad y llevar a cabo ataques cognitivos, no solo contra las autoridades y grupos políticos, sino también contra la mente de los venezolanos, especialmente niños y jóvenes. “La guerra híbrida incluye intentos de golpes de Estado, embriones de guerra civil, masificación serial de las sanciones para producir éxodos masivos de personas, la guerra judicial impuestas por golpes institucionales,” aseguró el fiscal.
El fiscal general no se detuvo ahí, sino que también señaló que supuestamente la oposición ha recurrido a tácticas aún más siniestras, incluyendo la utilización de grupos delincuenciales para intentar secuestrar el poder en Venezuela. En este contexto, Saab acusó a sectores políticos de contratar a influencers venezolanos en el exterior con el fin de crear un ambiente de “odio” a nivel mundial, especialmente durante lo que describió como la “protesta mundial por la libertad.”
El origen de este plan conspirativo, según Saab, se remonta a las elecciones primarias de la oposición en octubre de 2023. El fiscal reveló que en conversaciones con Jesús María Casal, expresidente de la Comisión Nacional de Primaria, este “confesó” que las actas electorales de dicha jornada fueron “quemadas” pocas horas después de las votaciones, un hecho que describió como “un caldero” para lo que eventualmente se presentó en los comicios presidenciales del 28 de julio.